Muerte y victoria de ‘Vis a vis’
La serie de Antena 3 y después de Fox se ha marchado de la mano de su seguidores, la Marea Amarilla
Vis a vis ha logrado algo muy difícil para una serie: tener una muerte digna. Cuando Antena 3 decidió poner fin a la serie tras su segunda temporada, quedó la sensación de que la historia podía dar más de sí y que esos personajes todavía tenían más que contar. Por eso la Marea Amarilla (nombre con el que se conoce a los ruidosos fans de la serie, muy activos en las redes sociales en un fenómeno cercano al que generó El Ministerio del Tiempo poco antes con sus ministéricos) se alegró tanto con la noticia de que Fox revivía la serie. Dos temporadas después, ha llegado su adiós definitivo. Y ahora sí que era el momento de poner punto final.
El cambio a la televisión de pago trajo nuevos aires a la serie, con capítulos más cortos y elevando la intensidad y la tensión. Tanto que en la tercera temporada a los guionistas se les fue un poco la mano con los niveles de crudeza y violencia. La tensión estaba disparada y el ambiente era casi irrespirable. Pero sus seguidores acérrimos siguieron ahí, porque para ellos era esta resurrección. La cuarta entrega, que desde el principio se presentó a los medios con aires de despedida, ha vuelto a poner el foco en los personajes para conceder más espacio a sus dramas personales. Sole, Saray, Tere, incluso Zulema han mostrado otras facetas que han ayudado a destensar la cuerda que amenazaba con ahogar a las presas de Cruz del Norte y a sus espectadores.
Vis a vis fue uno de los títulos que demostró que otras series, con otra temática, personajes, ambición narrativa y apuesta formal, son posibles en la televisión en abierto. También que puede haber vida más allá del canal en el que se nace. Que se puede arriesgar, en todos los sentidos, y ganar.
El final ha llegado a tiempo y sin haber estirado demasiado el chicle. Y lo hace (ojo, spoilers) sin dar opción a que se pueda continuar con la historia de las presas de Cruz del Norte. El episodio se mueve, como el resto de la temporada (y de la serie) entre lo dramático y lo excesivo. Un epílogo muestra dónde está cada una de las protagonistas doce años después, y así Vis a vis cierra su historia dando a los espectadores lo que querían. No habría pasado nada por dejar en el aire el futuro de los personajes, pero en este caso la serie ha optado por dar un cierre a cada uno y satisfacer a la Marea Amarilla que, precisamente, daba título al último episodio.
Vis a vis se ha ido disfrutando del paseo final de la mano de sus seguidores. Un adiós que sabe a triunfo. Una retirada a tiempo. Bien por ellos.
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