Cuando Sean Bean se vuelve inmortal
EL PAÍS entrevista en exclusiva al actor a tenor de su papel en el videojuego 'Hitman 2', donde encarna a un asesino incombustible
Decapitado. Baleado. Mutilado. Eviscerado. Empalado. Degollado. Quemado. Asaetado. Cualquier tormento que el Diablo pudiera imaginar para causar la muerte, ya lo ha sufrido, en vida, Sean Bean. El icónico actor británico, archiconocido por sus papeles de Boromir en El señor de los anillos y Ned Stark en Juego de tronos, se ha pasado su carrera cinematográfica muriendo docenas de veces con gracia. Por eso hace mucha (gracia) la enmienda que el décimo arte, el videojuego, le ha hecho al séptimo.
El videojuegp Hitman 2, en una categoría de misiones adicionales conocidas como objetivo elusivo, ha diseñado un villano de nombre Mark Faba conocido como El Inmortal para darle una vuelta de tuerca a este mito del actor de las mil muertes que lleva encarnando Sean Bean desde siempre. Ahora, Bean se toma la revancha interpretando a un exagente del MI5 que finge su fallecimiento mientras asesina a diestro y siniestro. El alopécico Agente 47, leyenda del videojuego con dos décadas a sus espaldas, tendrá la responsabilidad de lograr que Faba muera real y definitivamente.
1UP tuvo la oportunidad de entrevistar al actor y a sus compañeros en esta aventura, por cortesía de Warner Bros, en exclusiva para España. Una ocasión de constatar cuánto le gusta reírse de sí mismo a este intérprete que ya frisa los 60 con decenas y decenas de títulos a su espalda. Aunque el videojuego lo corone ahora explícitamente como tal, Bean ya disfruta, en vida, de la inmortalidad.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.