Anita Kuruba o el ‘soul’ electrónico
La excomponente de Canteca de Macao publica su primer trabajo en solitario con un nuevo carácter
Anita Kuruba es una corriente de aire de las que revuelve el pelo. Una voz que se gana al público con los ojos y el abaniqueo de sus manos. Acaba de lanzar su primer EP en solitario, después de casi 15 años formando parte del grupo Canteca de Macao. El primer tema, El duelo, marca el punto de inflexión en su carrera, no solo porque se arriesga sola, sino porque se ha metido a experimentar con la electrónica y la música negra. El próximo 26 de octubre presenta el resultado, que lleva su nombre, en el Café Berlín de Madrid.
Kuruba ha cogido sus raíces españolas, de música orgánica, y las ha plantado en un tiesto con influencias del soul, la electrónica y el hip hop. “Soy muy ecléctica, no me considero de ninguna rama en especial y me gusta toda la música; me apetecía explorar nuevos géneros y otros registros a la hora de cantar, otras formas de trabajar”, defiende la artista. Aclara que no es que “de repente haya asumido un papel diferente”, sino que es otra música pero con su mensaje y voz. “Se me reconoce”, asevera.
El primer tema, El duelo, condensa la situación que ha atravesado para llegar a sacar este disco. “Esto ha sido una apuesta, después de 14 años haciendo una música diferente ahora me embarco sola en otro género, me arriesgo con gente que no conozco, a que la gente que me conocía me vea ubicada en un sitio que no esperaban… es un cambio que daba mucho vértigo y necesitaba la fuerza de una canción como esta”. El single habla de retar a quien se pone delante y de tomar las riendas de la situación. El resto de temas son los estados previos a esa voluntad de encarar una nueva realidad. Así, está el engaño de quien no quiere reconocer el cambio de situación de Miénteme, la asunción de The end y la apuesta a todo o nada de Cuando.
Detrás del pulido de su renovación está el productor Jose Quiroga, que ha trabajado con algunos de los artistas más relevantes del hip hop en España, como Nach o Toteking. Anita Kuruba encontró en el malagueño el punto de unión que buscaba entre la pasión de “cantar con todo el sentimiento” y la electrónica. Kuruba reconoce que trabajar con Quiroga ha dado tintes más R&B al resultado, pero señala que también se destilan sus propias referencias, la de grupos como Bonobo o Masive Attack y voces como la de su "maestra" Concha Buika o La Lupe. “No me voy a cerrar a nada, es coger todas esas influencias y hacerlas de forma que a mí me nazca de manera natural”, enfatiza.
A pesar de su apertura a otros estilos y fórmulas de trabajo, el proceso de experimentación la ha llevado a descubrir algo que no quiere hacer: renunciar a los músicos. Trasladará a los directos una interpretación fiel de lo grabado, pero acompañada de una banda “tocando de verdad”, porque dice, es de donde viene y no lo quiere perder. “De lo demás, me voy a ir descubriendo a mí misma, esto va a ir tomando su propio color a medida que vaya avanzando”, vaticina.
Babelia
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