La bilbainada festiva de The xx
El trío londinense, uno de los más influyentes del pop británico, comisaría un festival en el museo Guggenheim y es uno de los cabezas de cartel del macroevento BBK Live
Pocas bandas son capaces de elegir una ciudad a su antojo, un enclave de vanguardia y montarse un festival propio, con una programación multidisciplinar y artistas locales e internacionales por los que sienten afinidad. Una de ellas es The xx. El trío de pop electrónico formado por Jamie xx, Romy Madley Croft y Oliver Sim recala esta semana en Bilbao por partida doble: con el primero —y más ambicioso— de sus miembros, Jamie xx, comisariando esa cita propia, el Night & Day; y con el trío al completo como uno de los cabezas de cartel del multitudinario BBK Live, en la noche del 13 de julio. El Night & Day, que ya pasó en ediciones anteriores por Brixton, Lisboa y Berlín y esta noche cierra su cartel con lo más interesante (John Talabot, Honey Dijon o el propio Jamie xx), combina música con una programación de cine, espacios de radio y fiestas.
Consultado acerca de si idean esta clase de citas como contrapeso al hecho de que los grandes recintos puedan acabar minando la intimidad de la música de The xx, Jamie xx reconoce que ambos formatos son parte de una misma realidad: “Es un gran desafío, sin duda, el conseguir que nuestra música no se desvirtúe, y es algo en lo que hemos trabajado mucho tiempo, porque es complicado que esa intimidad se transmita en recintos muy grandes, pero estoy muy orgulloso de cómo nos hemos manejado en esa tesitura”, afirma. No en vano, son conciertos multitudinarios como el que ofrecerán el sábado 13 de julio en Kobetamendi, dentro del BBK Live, los que apuntalan su extraordinaria reputación como trío capaz de aunar tradición y vanguardia, combinando el severo minimalismo de Young Marble Giants, el paisajismo sombrío de la escuela post punk o el misterio de las mejores producciones del sello 4AD con la economía de medios de las últimas tendencias electrónicas del underground anglosajón.
Eso no quita para que sigan sintiendo mariposas en el estómago cada vez que tienen que subir a un escenario: “Nos ponemos muy nerviosos antes de los conciertos, y es extraño, porque es algo que siempre quisimos hacer, vivir de la música y disfrutarlo”, confiesa, pero también reconoce la contrapartida positiva, porque “esa tensión es buena, y la mayoría de las veces suele desaparecer al empezar”. Cualquiera que les haya visto en un gran festival podrá dar fe de lo desbordados que parecen sentirse, a casi una década vista de su exitoso debut, que les valió el prestigioso Mercury Prize, por la calurosa acogida del público: “Es porque siempre intentamos no dar nada por supuesto”.
Una influencia determinante en el giro luminoso que dieron con su tercer álbum, I See You (2017), fue el fabuloso In Colour (2015), primera rúbrica en solitario de Jamie xx, a la que él, interlocutor modesto y de timbre más que pausado, le quita algo de hierro afirmando que les “abrió puertas para hacer cosas ligeramente distintas, pero al igual que toda información previa da pistas sobre qué va a ser lo siguiente”.
La presión del tercero
Sintieron la presión del difícil tercer álbum, pero la sortearon “porque, si no, te hace ir hacia atrás y revisar parte de lo que ya has hecho, y cuando nos juntamos los tres intentamos divertirnos y hacer algo de lo que poder estar orgullosos: lleva mucho tiempo llegar a esa fase”. La misma dificultad que puede acarrear manejarse en el difícil equilibrio de los tríos, no siempre equiláteros: “Nunca es fácil, y muchas de nuestras mejores cosas surgen del desacuerdo, o del hecho de tener diferentes visiones sobre lo que debemos hacer, es siempre una lucha y lo que al final sale es fruto de mucha discusión”.
No intenten sonsacar a Jamie Smith —su nombre real— ninguna conclusión acerca de la capacidad de The xx para poner de acuerdo a los viejos fans de The Cure o Everything But The Girl y la generación millenial, más allá de congratularse de que le resulta “muy bonito” el hecho de que cuando tocan en vivo “hay gente de todas las edades”, y de asumir que “con el último álbum” han logrado “captar la atención de fans mucho más jóvenes” que ellos, “muchos adolescentes”.
Sí se pone más tajante (e incluso logramos que esboce una sonrisa) cuando le preguntamos si es posible que alguna vez compita como vocalista con sus compañeros, Romy y Oliver, aunque fuera por su cuenta: “No, nunca diría nunca jamás, pero la verdad es que no me veo”.
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