Suspendido en el aire
En 'El hijo de las cosas', Luis Mateo Díez ofrece un humor sutil, inteligente, moderadamente surrealista

El lector de esta novela — desternillante— de Luis Mateo Díez que haya tenido la suerte de haber leído ya sus dos últimas obras, La soledad de los perdidos y Vicisitudes, dos espléndidas muestras de que el talento literario de este autor no decae, puede pensar —erróneamente— que acaso sea esta, la que provoca estas líneas, una obra menor, una pausa en su bien hacer, y para nada, qué va. Al igual que aquel castillo de Magritte suspendido en el aire, el mundo de este autor, su país, paisaje y paisanaje, parece flotar entre nubes sin anclajes con la realidad más roma.
Título a título, Díez va poblando ese mapa literario que despliega en su imaginación con ciudades —aquí Oceda, en otras Balma y más de las llamadas de Sombra; Celama, por supuesto—, pueblos, paisanos de nombres imposibles, y como siempre esos hechos disparatados que modelan otra realidad, diferente. Y además el humor. Si el humor siempre está presente , de una u otra forma, en su obra anterior, en esta novela este humor estalla y se nos ofrece sutil, inteligente, moderadamente surrealista —o sea poéticamente desbarrado—.
Y si hay que apurar se apura: la novela combina surrealismo y ciertas dosis muy conseguidas de un cierto neoesperpento de raíz valleinclanesca, pero a su aire, sin obligaciones con el clásico: esas dos hermanas solteras que no descuidan el sexo, consagradas cuasi incestuosamente a su hermano tarambana, quien desaparece desde la primera página, acaso por una cuestión de deudas con los naipes; un juez un tanto desastrado, pero decisivo para resolver el desaguisado; y, al final, un dúo de sabuesos policiales (el inspector arrastra en ocasiones una cabeza-móvil como quien lleva un chiguagua por la acera y el comisario reparte guantazos con la misma devoción que sagradas formas un canónigo en misa mayor), y de comparsa unos estupendos epígonos del Parnaso modernista (un tabernero, un ilusionista, un falso cojo y tuerto, y así más, a este lado y al otro del arrabal). El resultado: una desternillante —volvemos al inicio— novela con la que Luis Mateo Díez sigue en estado de gracia. Novela de mucho reír, y estupendamente escrita (sin novedad, pues).
COMPRA ONLINE 'EL HIJO DE LAS COSAS'

Autor: Luis Mateo Díez.
Editorial: Galaxia Gutenberg.
Formato: ebook y tapa dura.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La defensora del lector responde a las dudas y críticas más frecuentes de los lectores y oyentes de EL PAÍS en 2025
Navidad en el límite de la ‘zona de muerte’ de Ucrania
El PP de Ayuso veta la comisión de investigación que pidió Más Madrid para el hospital de Torrejón
¿Qué pasó en 2025? Nuestros mejores mapas y gráficos
Lo más visto
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- TVE se reivindica (con pulla) en su gran noche televisiva




























































