20 años después, Bevilacqua y Chamorro siguen en plena forma
Los guardia civiles creados por Lorenzo Silva celebran dos décadas con una nueva novela
Hace 20 años la novela negra no tenía buena prensa en España. Y hace 23, cuando Lorenzo Silva empezó su periplo por las editoriales para vender El lejano país de los estanques, menos. "Por eso tardé tres años en publicarla. Era muy difícil apostar por dos guardias civiles, por una novela ambientada en España...", comentaba el creador de Bevilacqua y Chamorro hace unos días en Madrid, en la sede de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, donde un grupo de periodistas le acompañó para celebrar el aniversario, redondeado con la publicación de Lejos del corazón (Destino). Se trata de la novena novela Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro (11 entregas en total si sumamos los dos libros de relatos) una serie que ya es un clásico contemporáneo en el género negro en España y por la que se ha llevado el Premio Planeta (con La marca del meridiano), el Premio Nadal (con El alquimista impaciente) y unos cuantos cientos de miles de lectores.
Termina Lejos del corazón –tranquilos, no hay destripe– con una conversación de Bevilacqua con su hijo en el que le dice que lo que de verdad cuenta en la vida es encontrar un deber. Y esto es lo que parece que ha hecho Bevilacqua en sus casi 30 años de servicio y es lo que ha hecho Silva a través de la escritura. "Vila y Chamorro son melancólicos pero poco, moderados. Son conscientes de que no están mal, rezuman sensación de estar donde tienen que estar, en una etapa parecida pese a que Rubén le saca 10 años a Virginia", comenta el autor, flanqueado por el teniente coronel Juan Rodríguez, jefe del departamento de delitos telemáticos y Jesús García, teniente coronel jefe del departamento de delincuencia especializada y drogas.
Ojos que no ven
¿Por qué esta compañía? Porque en esta ocasión Silva pone a sus personajes en "el ecosistema delictivo del Estrecho" para investigar el secuestro en Algeciras de un joven, genio informático que coquetea con lo ilegal. Hay en Lejos del corazón mucho del mejor procedimental –"a veces nos sentimos demasiado identificados", sueltan los agentes– y Silva sabe cómo bucear por ese entramado de crímenes, esa tierra de nadie que desespera a las fuerzas del orden porque no tienen ni medios ni autoridad para solucionarlo.
"Los guardias civiles son unos profesionales que estaban casi inéditos como personajes pero son un chollo para la ficción. Hay una realidad desconocida y valiosa ahí. La Guardia Civil lleva 174 años defendiendo el bien común, que en España no es de nadie", asegura Silva con cierto tono crítico. Es un día para volver la vista atrás y el autor de La flaqueza del bolchevique repasa los inicios: "La elección de Vila como investigador de delitos contra las personas no fue voluntaria, pero luego me ha permitido una mirada sobrecogedora sobre el ser humano, porque los crímenes que investiga los puede cometer cualquiera".
Los guardias civiles son unos profesionales que estaban casi inéditos como personajes pero son un chollo para la ficción
Lejos del corazón tiene un título con una explicación. Aparte de una canción italiana –las novelas de Vila y Chamorro siempre tienen asociada música de lo más diversa– es un refrán italiano (lejos del corazón, lejos de los ojos) que equivale a nuestro "ojos que no ven corazón que no siente" y que va muy bien con los delitos telemáticos. En efecto, en la medida en que es no violenta y no hace mucho ruido, la piratería y los delitos por internet no tienen mala prensa, como denuncia continuamente Silva.
Llevar una serie tan lejos como ha hecho Lorenzo Silva es complicado. Mantener a la pareja en forma, también. Buscar recovecos de su vida para contarlos es un buen recurso (aquí Vila se encuentra con su pasado como Guardia Civil en el País Vasco en los peores momentos del terrorismo de ETA) pero la clave está en que los personajes estén vivos, y Vila y Chamorro lo están. Una ventaja de las series es que generan seguidores, gente que piensa en los protagonistas como gente real. Los protagonistas de esta envejecen en cada novela, así que la pregunta sobre el futuro de esta pareja de guardias civiles que han vertebrado España con sus investigaciones era inevitable. "Hay vida después de la UCO para Vila. No le quedan muchos años. Después puede ir al sector privado. No hay un plan cerrado. También hay gente más joven como Chamorro o el hijo. ¿Un spin off? No he decidido lo que voy a hacer y me ha ido bien haciéndolo así".
Babelia
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