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Columna
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Esquizofrenia

El mismo día en el que se informaba de la muerte de Tom Wolfe, uno de los mejores periodistas contemporáneos, las televisiones mostraban una de las imágenes más antiperiodísticas de la actualidad política

Ángel S. Harguindey
La comparecencia de Quim Torra y Carles Puigdemont del pasado martes.
La comparecencia de Quim Torra y Carles Puigdemont del pasado martes. HAYOUNG JEON (EFE)

El mismo día en el que los medios de comunicación informaban de la muerte de Tom Wolfe, uno de los mejores periodistas contemporáneos, las televisiones españolas mostraban una de las imágenes más antiperiodísticas de la actualidad política: dos individuos sonrientes y autosatisfechos en Berlín a punto de iniciar una rueda de prensa en la que, por las noticias que se tienen, nadie apuntó que se trataba de las declaraciones de un presunto delincuente huido de la justicia y un racista que acababa de ser elegido presidente de una comunidad autónoma.

Para mayor confusión, el presidente electo presentó al prófugo como "el presidente legítimo de la Generalitat", es decir, que el electo se considera ilegítimo. Y aquí se entra de lleno en terrenos resbaladizos en los que la actitud de los dos "se caracteriza por el egocentrismo y el aislamiento, y expresa una pérdida de contacto con la realidad, manifiestan ideas delirantes (persecución, intentos de envenenamiento, influencias extrañas, etc.) y trastornos de la percepción", en mayor medida el legítimo, todo hay que decirlo.

Tom Wolfe, que ya nos dejó una extraordinaria crónica sobre los delirios de quienes recorrían los Estados Unidos en un autobús en su Gaseosa de ácido eléctrico, no aceptaría el término "bicefalia" para describir el deseado gobierno de los independentistas. Lo llamaría con más precisión "esquizofrenia paranoide". Más problemas tendría para analizar la imagen de los informativos en la que un portavoz de la Candidatura de Unidad Popular mostraba una gran tarjeta roja al presidente electo por pedir dialogar con el presidente Rajoy, sobre todo si se tiene en cuenta que 24 horas antes esa formación antisistema y, al parecer, antidiálogo, había propiciado la investidura del nuevo presidente autonómico. Incoherencias aparte, lo cierto es que el tan citado Wolfe ya nos había explicado a todos en su El coqueto aerodinámico rocanrol caramelo de ron cómo se puede cambiar de aspecto un automóvil, "pichicatearlo". Pues la CUP es una experta en tunear comportamientos.

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