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El declive de la TDT

Los sistemas de televisión por satélite, cable y a través de Internet elevan su cuota

Un antenista cambia una antena antigua y resintoniza una nueva con amplificador de señal en una casa.
Un antenista cambia una antena antigua y resintoniza una nueva con amplificador de señal en una casa.Santi Burgos
Rosario G. Gómez

De manera inexorable, la televisión de pago va ganando terreno en España en detrimento de la TDT, que experimenta una continuada pérdida de audiencia. Este último sistema supuso en 2017 el 77,1% del consumo, dos puntos menos que un año antes, frente al 22,3% registrado por los operadores de pago, grupo que suma a los espectadores que ven programas a través de las redes de cable (10,2%), Internet (9,2%) y satélite (2,9%), según el informe de la consultora Barlovento Comunicación, que cifra en más de seis millones los hogares que ven contenidos de pago. La pérdida de audiencia ha encendido las alarmas entre los grandes operadores en abierto (Mediaset y Atresmedia), que temen un descenso acelerado de sus ingresos publicitarios.

Para enjugar esta caída, los dos grupos privados se han unido a RTVE para poner en marcha en Internet una plataforma con contenidos de los tres operadores. Su objetivo es “mejorar la calidad de la oferta de la televisión en abierto”.

Con este lanzamiento, aspiran a resistir el embate de plataformas que ofrecen televisión a la carta, como Movistar +, y otras online como Netflix, HBO, Amazon Prime Video o Rakuten TV, especializadas en series y películas, que tiran con fuerza del consumo de pago y van debilitando poco a poco la hegemonía de la TDT, que el mes pasado volvió a caer nuevamente hasta el 75,9%.

Pese a todo, la TDT tiene en España una sólida implantación, un fenómeno que choca con lo que ocurre en el resto de Europa, donde esta tecnología se encuentra lejos del liderazgo, como muestra el estudio Satellite Monitors. Este informe, elaborado la Sociedad Europea de Satélites, señala en su última edición que el 23,5% de los telespectadores europeos sintonizaban el año pasado la TDT, empatando con aquellos que veían la televisión a través de las compañías de cable. No obstante, el sistema favorito de los europeos es el satélite, que pasó del 35% en 2016 al 39,2% el año siguiente, frente a la televisión por Internet, que se situó en el 13,3%.

El dominio de la TDT en España no resulta homogéneo en todas las comunidades. Castilla-La Mancha (83,7%), Castillla y León (82,5%) y Cataluña (82,2%) se sitúan en cabeza, mientras que País Vasco (64,5%) y Asturias (56,4%) registran las cotas más bajas, debido a la amplia implantación de Euskaltel y Telecable, respectivamente. Canarias y Baleares son las comunidades en las que el satélite tiene mayor difusión.

Dentro del 9,2% de espectadores que se enganchan a Internet para ver la televisión (la llamada IPTV) se incluyen los abonados de las grandes operadoras de telecomunicaciones, como Orange TV, Vodafone Ono, Movistar TV o Jazztel. Aquellos que acceden a través del satélite son principalmente los clientes de Movistar +. Representan un porcentaje pequeño, a pesar de que un estudio de Kantar TNS estima que casi la mitad de las viviendas españolas (alrededor de ocho millones) están preparadas para recibir la televisión por satélite. Este grupo incluye a los usuarios actuales (1,5 millones de hogares), las viviendas preparadas con las infraestructuras necesarias para recibir las señales (3,4 millones) y los exabonados a la televisión de pago por satélite (cuatro millones).

Los operadores observan que se está produciendo una enorme mutación en el consumo audiovisual, con un protagonismo cada vez mayor de la televisión online y de pago. “Hay una batalla encarnizada entre las empresas tecnológicas, con las famosas OTT [over the top, servicios por Internet] como estandarte, y las telefónicas o de telecomunicaciones, que ahora quieren convertirse en compañías de vídeo”, explica Barlovento Comunicación.

La batalla por la calidad de las imágenes

La batalla del futuro se librará, en lo que respecta al terreno tecnológico, en el territorio de las imágenes. La TDT da poco margen para emitir contenidos de alta definición. Y aún será más difícil que permita ofrecer programas en ultraalta definición (4 K), un sistema que requiere mayor ancho de banda. Una encuesta de Kantar TNS sitúa en el 9,8% la cifra de hogares que disponen de televisores con tecnología 4K.

La calidad y la resolución de la imagen que ofrece esta tecnología son los aspectos más valorados por los espectadores. Además, uno de cada tres hogares consumen contenidos en 4K a diario, especialmente series y películas. Dicha encuesta revela también que entre un 20% y un 35% de los usuarios estarían dispuestos a pagar por ver programas en 4K en la televisión en abierto. Ante la limitada capacidad de la TDT, el satélite supone una opción.

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