Qué busca Netflix en una serie
La plataforma persigue el éxito mundial a través de historias locales y diferentes
“Queremos crear historias y compartirlas con todo el mundo a un precio reducido. Buscamos apoyar el arte, que los creadores puedan contar historias que no habrían podido hacer de otra forma”. Reed Hastings, director ejecutivo de Netflix y uno de los fundadores de la plataforma, dio el pistoletazo de salida este miércoles a un evento celebrado en Roma y al que la web de vídeo en streaming invitó a prensa internacional de toda Europa (entre ellos, EL PAÍS). El motivo era la presentación en sociedad de un buen puñado de nuevos títulos, desde 10 proyectos de los que no habían hablado antes hasta ficciones procedentes de diferentes países europeos que verán la luz en los próximos meses.
Entre los títulos que desfilaron por la presentación, celebrada en Villa Miani, hay varias ficciones dirigidas al público joven, como la danesa The Rain, protagonizada por dos hermanos que sobreviven en un mundo en el que la mayoría de la población ha muerto por un virus que transmite el agua de la lluvia, o la británica The Innocents, en la que dos jóvenes huyen de sus familias a la vez que descubren un extraordinario poder de ella, además de la española Élite, ambientada en un instituto de clase alta.
Pero la variedad de la ficción europea de Netflix va más allá. Desde el thriller distópico de la polaca 1983 hasta el policíaco Dogs of Berlin, pasando por la combinación de fantasía, aventuras y acción que propone la turca The Protector o la ciencia ficción de la francesa Osmosis. Entre los nuevos proyectos anunciados este miércoles se encuentran una serie centrada en el nacimiento del fútbol firmada por el creador de Downton Abbey, Julian Fellowes, la versión en forma de serie de la película alemana La ola, basada en hechos reales, o tres capítulos nuevos de la serie documental The Staircase, sobre la historia real de Michael Peterson, escritor de novelas de crimen acusado de asesinar a su esposa tras encontrarse su cuerpo a los pies de las escaleras de su hogar y la batalla judicial de 16 años que siguió a aquel suceso.
¿Qué busca realmente Netflix con todas estas series? ¿Qué pide a un proyecto para decirle sí? “La clave es ser auténtico”, dice Brian Pearson, responsable de adquisiciones internacionales de la plataforma. “Lo que suelo decir a la gente es que está bien ser como eres y ser local, todo puede viajar por el mundo. Sé tú mismo”. “Buscamos autenticidad y pasión”, añade Cindy Holland, responsable de Series Originales.
Entre los creadores, también coinciden en que lo que se busca desde la plataforma es la diferencia. “Es importante que la audiencia encuentre algo nuevo, que transforme lo que ya existía, eso es lo que espero en mi televisión. Cogemos historias típicas y las hacemos atípicas”, dice Agnieszka Holland, una de las directoras de 1983, que parte de la premisa de que el Telón de Acero no cayó y que Polonia vive bajo un estado policial sumamente represivo.
Muchas de estas historias a las que da luz verde Netflix tienen una base muy local y muy concreta. Es el caso de Paquita Salas, por la que la plataforma ha apostado dando el visto bueno a una segunda temporada. “Nos sorprendió que nos llamara Netflix porque es una comedia muy local”, cuenta Javier Calvo, uno de los creadores y directores de la serie, junto a Javier Ambrossi. “Paquita es muy española, con referencias a los ochenta y noventa. Pero a la vez es única, con un universo muy particular. En realidad, todos somos un poco Paquita, todos nos hemos sentido perdidos en el mundo. Representa lo que queremos hacer, es una rebelde, una inconformista”. En su caso, al pasar a Netflix se plantearon una temporada más ambiciosa. “Pero luego decidimos volver a hacerlo como en familia, aunque mejorando la calidad. Lo bueno de estar en Netflix es que hemos perdido el miedo a hacer ciertos chistes, nos atrevemos más”, añade Calvo.
Otra de las próximas series españolas en su catálogo será Élite, ahora en fase de rodaje. Su director, Ramón Salazar, no nota diferencia en su trabajo por tratarse de un título para Netflix. “Trabajamos como si fuera una serie local, todo el equipo es de Madrid”, cuenta Salazar, para el que esta es su primera serie. “Todos sentimos que trabajamos en una serie española aunque se vaya a ver en todo el mundo”.
El reto de los idiomas
Como apunta Todd Yellin, vicepresidente de Producto de Netflix, para que una serie viaje por el mundo hay tres retos principales: el tecnológico, el narrativo y el idioma. Una de las primeras producciones propias de la plataforma, House of Cards, lanzó su primera temporada en siete idiomas. En 2018, Perdidos en el espacio, estrenada la semana pasada, llegó a Netflix doblada directamente a 26 idiomas diferentes. Más datos que aporta Yellin: 9 de cada 10 espectadores de la serie alemana Dark son de fuera de Alemania. El 52% de los espectadores de habla inglesa vieron Suburra doblada, algo que también ha hecho el 42% de los angloparlantes que han visto La casa de papel, uno de los grandes éxitos dentro de la plataforma en lo que va de 2018.
Pero no solo se trata de doblar y traducir las series para facilitar su acceso a los espectadores. También se puede lograr más visualizaciones solo con traducir (o no haciéndolo) el título. Para mostrar esto, la plataforma pone como ejemplo Las chicas del cable. Al traducir el título al inglés como Cable Girls, lograron un 22% más de reproducciones en Estados Unidos y un 19% más en Reino Unido. Lo mismo ocurría con todos los idiomas a los que tradujeron el título de la serie española. Sin embargo, la misma prueba de traducción con la serie Amigos de la universidad no daba un resultado igual, y en países como Holanda o Francia, sus espectadores descendían con el título traducido, por lo que se quedó como Friends from College.
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