Poética escultórica de lo informe
La galería Carreras Múgica presenta en Bilbao el trabajo de June Crespo, entre lo construido y lo residual
En su libro más reciente, La exforma (2015), el teórico del arte Nicolas Bourriaud se refiere al desecho como el material para el artista contemporáneo. El mundo y la historia han devenido en vertederos donde los artistas hurgan para de ahí extraer una poética de las cosas en descomposición. Ante la aspiración a la forma, Bourriaud se centra en lo excluido y despreciado: “exformas” que abandonaron el ideal de su culminación.
Antes que él, Georges Bataille se refirió a lo informe como sinónimo de lo real, un proceso en marcha donde intervienen las deyecciones corporales. Algo de esto sale a la superficie en las esculturas de June Crespo (Pamplona, 1982). En su segunda exposición en la galería Carreras Múgica, ahora en la sala grande, el paisaje es el de una serie de restos colocados concienzudamente sobre el suelo, fragmentos de la escala humana que aluden al cuerpo y sus necesidades. Hay también radiadores, alcantarillas, una pierna, botellas de cerveza y estructuras metálicas que esconden objetos. Entre remanentes, el deseo y el inconsciente encuentran un escape en lo orgánico y la abyección.
En este paisaje de ruinas, de desescombro, hay elementos para la reafirmación individual y la identidad. Colgadas de la pared, piezas con tensores, orificios como bocas y prendas de vestir que envuelven y amarran. Una bomber de mujer en un plano horizontal es aquí una forma-icono a descifrar. El arte de Crespo resulta elocuente de la situación de la escultura actual como práctica material donde la mano, el cuerpo y lo real se juntan. A su vez, una tendencia en la escultura internacional corrobora su apego a lo informe, casual, precario y contingente; un arte que se recrea en la dificultad de la escultura misma. Esto deja un panorama de debilidad, no necesariamente algo negativo, sino subjetivo y enigmático. En esta coyuntura, un formalismo como osificación “trabaja” desde el dictado de la precariedad, la pobreza del material y una hipersignificación que privilegia la “poética” del objeto; escayola, tela metálica, cemento encofrado y ensamblaje son algunos de sus rasgos.
Muchos de estos síntomas están presentes en esta exposición que reactualiza el componente abyecto del arte moderno (y también contemporáneo). A propósito de la abyección, Julia Kristeva escribió: “Esos desechos caen para que yo viva, hasta que, de pérdida en pérdida, ya nada me quede, y mi cuerpo caiga entero más allá del límite”. Palabras que encuentran correspondencia física en June Crespo.
‘Ser dos’. June Crespo. Galería Carreras Múgica. Bilbao. Hasta el 3 de marzo.
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