Rayco Pulido: “Mi vida sería más triste y gris sin dibujar”
El dibujante adaptó al cómic 'Marianela' para vencer el rechazo de sus alumnos a la novela de Pérez Galdós
En 2008 Rayco Pulido (Telde, Gran Canaria, 1978) acometió un cómic, Nela (Astiberri), por una buena causa: desterrar el rechazo que la lectura obligatoria de Marianela, de Benito Pérez Galdós, despertaba en los alumnos de los institutos donde él trabajaba. Hace unas semanas recibió el Premio Nacional de Cómic por Lamia (Astiberri), una trama detectivesca que saca a la luz las miserias de la posguerra.
¿Cuándo descubrió que sería dibujante? No recuerdo un momento ¡Eureka! Siempre dibujé y leí tebeos, así que fue un proceso natural. No contaba con que también escribiría y sería autor completo, eso surge a partir de 2008.
¿Cuál fue el primer cómic que leyó? Imposible responder a eso, soy el cuarto hermano de cinco y los mayores leían tebeos. Pintaba tebeos de ediciones Vértice (para disgusto de los dueños) e interpretaba secuencias de imágenes antes de saber leer una letra.
Usted que dibuja y escribe, ¿por qué se decanta en su tiempo libre: literatura o audiovisual? Los dos, cada cosa tiene su espacio y tiempo.
¿Qué cómic recomendaría a un adulto que no haya leído ninguno? Pienso en Maus, que sería perfecto para eso, pero diré El árbol que da sombra, de Tezuka.
¿Lo último que le ha gustado en el cine? Voy menos de lo que me gustaría, principalmente porque los autónomos que nos dedicamos a algo creativo siempre estamos a las puertas de ahogarnos. El club, de Pablo Larraín, y Elle, de Paul Verhoeven.
¿Y en literatura? Repito la introducción de la respuesta anterior y añado: El Reino, de Carrère; Retiro, de Dovlátov, y Fluyan mis lágrimas, dijo el policía, de P. K. Dick.
¿Por qué adaptó al cómic Marianela? En los institutos canarios ha sido lectura obligatoria para un montón de generaciones y, como casi todo lo que te obligan a leer, lo acabas odiando. En 2008 trabajaba de docente y escuchaba al alumnado quejarse del libro, por algún motivo, me dio por pillar un ejemplar de la biblioteca y me obsesioné con las posibilidades que veían en él. No es casualidad que se hayan hecho tantas adaptaciones de Galdós a otros medios. Tiene todo lo necesario: escritura visual, buenas ideas, estructura y oído para el diálogo.
¿Dibuja con música? Escucho de todo, depende del día. También podcast y documentales, a veces incluso me torturo con las noticias, pero no puedo con los audiolibros y la ficción radiofónica.
¿Algún arte que deteste? El arte de desaparecer cuando te entregan un trabajo y toca pagar la factura.
¿El cómic empieza a estar sobrevalorado? No creo que se deba hablar en esos términos de ningún medio de comunicación artística, incluido al cómic. Si se refiere a que está recibiendo más atención de autoridades, librerías y prensa generalista, diré que sí, afortunadamente. Pero quedan barreras: el 80% de la población lo confunde con el género infantil-juvenil/aventuras. Por otro lado, entiendo que su pregunta habla de tebeos en concreto y sí, en todos lados cuecen habas.
Y Pérez Galdós, ¿está infravalorado? Un sí rotundo. Misericordia es mi novela nacional favorita.
Si no le dejaran dibujar, ¿qué pasaría? Mi vida sería más triste y gris, pero si me dejan escribir, sobreviviría.
¿A quién le habría dado este año el Premio Nacional de Cómic que le han dado a usted? Bueno, hay un montón de autores “clásicos” a los que se lo daría: a Micharmut, a Federico del Barrio, Martí, Nazario, Daniel Torres…, pero claro, no se da a una carrera sino a la que se considera mejor obra del año anterior. De los que publicaron en 2016, se lo daría al que más necesitase el dinero y reconocimiento para seguir en marcha, así funcionaría casi como una beca.
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