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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La maestría de ‘Master of None’

Es una de las series más reivindicables del momento, que se las apaña para hablar de cosas grandes desde la anécdota pequeña del día a día

Natalia Marcos

Con su primera temporada a finales de 2015, Master of None consiguió llamar la atención e incluso se coló en alguna lista de lo mejor del año. La voz de Aziz Ansari, cocreador y protagonista de la serie, era alta y clara en una interesante reflexión, desde la comedia, sobre temas como la inmigración, las relaciones de pareja o los roles de hombres y mujeres en el siglo XXI. La segunda temporada, estrenada recientemente en Netflix, arranca en las alturas y logra mantener el listón gracias a una experimentación que ya estaba presente en la anterior tanda de capítulos pero que ahora alcanza mejores resultados todavía.

Desde el homenaje en blanco y negro a Vittorio de Sica y su Ladrón de bicicletas que es el primer capítulo, hasta el recorrido por la infancia, adolescencia y juventud de Denise, la mejor amiga del protagonista, y las reacciones en su familia a su salida del armario, pasando por un episodio con historias encadenadas homenaje a Nueva York o una recta final centrada en una imposible historia de amor. Tampoco se deja fuera cierta crítica a la industria televisiva (el protagonista es actor y en esta segunda temporada trabaja como presentador de un absurdo concurso de cupcakes).

Master of None se mantiene fiel a su honestidad a la hora de contar las historias y de hablar con el espectador de forma directa, sencilla y con estilo propio en todos los contextos, desde los momentos más dramáticos a los más absurdos o cómicos. Master of None se las apaña para hablar de cosas grandes desde la anécdota pequeña del día a día. Habla de la religión desde la duda sobre si comer beicon o no de un niño de familia musulmana. O habla de la homosexualidad desde una familia sentada a la mesa en acción de gracias.

Master of None se ha confirmado como uno de los títulos más reivindicables y recomendables del momento. Vuelve a dejar con ganas de más. No necesita gritar —aunque a sus creadores se les escucha alto y claro— ni dar golpes en la mesa. La verdadera maestría de Master of None es lograr contar lo que quiere desde la sinceridad y con una asombrosa sencillez, aparentemente. Una historia con sabor a curry, beicon y pasta.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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