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Del poema al problema

A ritmo de versículo, Óscar García Sierra se erige en portaestandarte de la sensibilidad 'millennial'

En un texto titulado ‘Metapoesía’, Karmelo C. Iribarren clamaba en el desierto: “¡Houston!, / tenemos / un poema”. Sin el énfasis exclamativo, esa misma frase da título a una de las canciones más descacharrantes de Love of Lesbian. Ahora es Óscar García Sierra (León, 1994) quien retuerce el SOS de Tom Hanks en Apolo 13 para bautizar su ópera prima, Houston, yo soy el problema.

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A ritmo de versículo, el autor se erige en portaestandarte de una sensibilidad millennial caracterizada por los amores pasajeros, la felicidad química, la inquietud ecológica, las pantallas planas, los mitos electrónicos y una dieta rica en fibra pop, desde la saga de videojuegos Final Fantasy hasta las películas del cineasta-skater Harmony Korine. Sin embargo, esa amalgama de referencias se diluye en la uniformidad tonal de unos poemas concebidos invariablemente como ristras de enumeraciones caóticas y yuxtaposiciones sucesivas. Así, la indagación formal se subordina a la supuesta efectividad del libro como confesión compulsiva, manifiesto bulímico o autobiografía rabiosa dispensada en píldoras aforísticas: “Me conformo con que las personas que me gustan no estén demasiado pixeladas”.

Pese a la vocación generacional del discurso, la insistencia en los problemas cotidianos de un sujeto que se autocontempla y autoanaliza sin descanso acaba difuminando las fronteras entre el patetismo catártico y los sarpullidos de la edad del pavo: “mi camello y mi madre / están demasiado cerca / en mi lista de contactos” o “tenemos que sentirnos mal / porque las emociones buenas ya están todas cogidas”.

La contracubierta sostiene que este “es el libro que le hubiese gustado escribir a David Foster Wallace”. Ya que Foster Wallace no puede ni confirmar ni desmentir tal aseveración, habrá que delegar la responsabilidad del juicio crítico en un lector menos estupendo. Y puede que este se pregunte, en más de una ocasión: Houston, ¿dónde está el poema?

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