‘Trollhunters’, criaturas fantásticas bajo las calles de Arcadia
El español Rodrigo Blaas es el responsable y director de la serie de animación de Netflix
El animador español Rodrigo Blaas (Granada, 1973) y el cineasta mexicano Guillermo del Toro tenían un proyecto gigante entre manos. Tenían demasiado material para trabajar e ideas determinadas que querían ver plasmadas. Una película de una hora y media no satisfacía sus necesidades creativas, hasta que el estudio Dreamworks, junto a Netflix, les hizo una oferta que no pudieron rechazar: llevar el proyecto a la televisión. Así nació la primera temporada, de 26 episodios, de Trollhunters, disponible ya en la plataforma de streaming. “Fue como una bendición”, dice Blaas, quien además ejerce como showrunner de la serie.
La trama de Trollhunters se sitúa en la ficticia ciudad de Arcadia, un lugar que esconde un mundo subterráneo lleno de criaturas fantásticas. Jim Lake Jr., un adolescente humano aventurero y tenaz —pero sin preparación para lo que le espera—, es elegido por un amuleto para convertirse en el cazador de los troles malos y protector de los buenos. En compañía de sus amigos y algunos troles aliados, tendrá que lidiar con sus obligaciones diarias mientras defiende la ciudad de las amenazas de una guerra que se viene librando desde hace siglos.
Blaas saltó el charco hace años y empezó a trabajar como animador en Pixar. Su cortometraje animado Alma, que fue nominado a los premios Goya en 2010, captó la atención de Del Toro y este lo invitó a que trabajara con él en Dreamworks. Con el director de El laberinto del fauno entró en sintonía, ya que ambos querían desarrollar la narrativa que series como Juego de tronos, Breaking Bad, The Wire o House of Cards han logrado en los últimos años, pero aplicada a la animación. “Nos gusta esa idea de que puedas desarrollar a los personajes en cada episodio y empiezas a descubrir que son más complejos. No queríamos hacer una serie de aventuras que no hace falta verla en continuidad. Trollhunters es un serial, tienes que empezar por el episodio 1”, explica Blaas por vía telefónica.
Con la caracterización y el casting de las voces tuvieron “una gran suerte”, afirma el showrunner. Actores como Kelsey Grammer, Ron Perlman –un habitual de Del Toro– y el fallecido Anton Yelchin conectaron con lo que se buscaba cuando el proyectó comenzó hace cinco años: una combinación entre el realismo y la exageración. Dentro de esta dinámica, una de las grandes sorpresas fue el actor coreano Steven Yeun. El que fuera uno de los protagonistas de The Walking Dead, hasta la séptima temporada, interpreta a Steve, un chico blanco y rubio, el típico agresor del colegio. “Nos gustó mucho la calidad de voz que tiene Steven. Empezó a jugar con el personaje y le dio otro nivel”, dice Blaas.
La serie tiene claros y oscuros. Según Blaas, fue cuidadosamente trabajada para que pueda cautivar tanto a un público infantil, juvenil y adulto. Este trabajo narrativo es algo que aprendió durante sus años en el estudio de animación que ahora pertenece a Disney. Cree que los niños y jóvenes tienen nociones bastante complejas de la vida y saben encontrarle el significado a las cosas, por lo que considera importante hablarles al mismo nivel que a un adulto. “Lo que quieres es narrativamente crear una historia que tenga diferentes niveles de significado, diferentes niveles de lenguaje con el que los jóvenes y adultos se sientan incluidos. Lo más importante era hacerlo entretenido y encontrar ese equilibrio. Cuando vas a hacer algo un poquito más oscuro, equilibrarlo con una sonrisa, con un gag”, precisa.
La serie ha sido bien recibida por la crítica y el público, por lo que la renovación por parte de Netflix no se hizo esperar. La nueva temporada, de 13 episodios, llegará a finales de año, según anunció Del Toro durante una entrevista. Blaas admite con emoción que tienen muchas ideas para continuar. Este trabajo, además, fue una "experiencia única" para él, ya que pudo retornar a la dirección nueve años después. “Empezamos como una película y queríamos llevar ese lenguaje cinematográfico a la televisión. Trabajar en estos 26 episodios ha sido un gustazo”, finaliza.
Herencia y nostalgia
Trollhunters tiene muchos guiños a la cultura hispana, por lo que no es extraño ver un volcán trol que vive bajo la superficie de Argentina o el gusto adquirido de las criaturas subterráneas por la comida mexicana, como el guacamole o los tacos. Pero no es solo eso, la mitología de la serie también se nutre del folclore irlandés y la mitología del rey Arturo y la espada Excálibur.
Blaas admite que, al igual que Stranger Things, la nostalgia también tuvo un peso importante en el proceso de creación. "Nos hemos basado en el cine de Spielberg, del estudio Amblin de los ochenta, las películas con las que crecimos de pequeños, como Los Goonies, E.T., que hacían sentir muchas emociones y eran tremendas de ver. Trajimos eso y lo combinamos con nuestras propias referencias", añade.
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