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Crítica | LA VELOCIDAD DEL OTOÑO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La extinción luminosa

Una función catártica sobre el final de la vida, escrita por un autor criado entre indios navajo, interpretada pujantemente por Lola Herrera y Juanjo Artero

Javier Vallejo
Lola Herrera y Juanjo Artero en escena.
Lola Herrera y Juanjo Artero en escena.Pentacion Espectáculos

LA VELOCIDAD DEL OTOÑO

Autor: Eric Coble. Versión: Bernabé Rico. Actores: Lola Herrera, Juanjo Artero. Luz: José Manuel Guerra. Dirección: Magüi Mira. Madrid. Teatro Bellas Artes, hasta el 26 de marzo.

Envejecemos a velocidad variable: hay personas cuya edad cronológica frisa los setenta que son 30 años más jóvenes desde el punto de vista inmunológico. El invierno se les viene encima más tarde gracias a su alimentación, a que tratan con gente de edades diversas y a como se toman lo que les acontece. En La velocidad del otoño, Eric Coble habla de cómo encarar la última etapa dela existencia. Alejandra, su protagonista, se resiste a que uno de sus hijos la envíe a una residencia: quiere marchitarse en su barrio, entre lo que le es más querido.

Inspirándose en la vejez de su madre y en el valor que a la edad provecta le dan las tribus indígenas, el dramaturgo estadounidense (criado en la nación de los indios navajo hasta los quince años de edad) ha escrito una comedia sensible y emocionante sobre la relación entre Alejandra y su hijo pródigo, que regresa tras veinte años de ausencia.

La delgada anécdota argumental da pie a reflexiones fértiles sobre cuanto importa acompañar en su recta final a quienes tutelaron nuestros primeros pasos. La velocidad del otoño, que pasó inadvertida injustamente en su estreno español en 2015 (protagonizada por Esperanza Elipe y Javier Martín) está cosechando un éxito clamoroso en esta producción nueva, dirigida por Magüi Mira e interpretada por Lola Herrera y Juanjo Artero, espléndidos en los momentos álgidos. La Herrera da el do de pecho cuando Alejandra sufre un ataque de fragilidad y dolor, y Artero, al iniciar el relato de la escena mortal que su personaje contempló: la función es catártica a partir de ese momento.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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