Los 10 videojuegos del año para 1UP
La sección de arte interactivo de EL PAÍS elige las obras más célebres del 2016, nutrido en grandes títulos de todos los tamaños
2016 ha sido y será un año histórico para los videojuegos. Durante estos 12 meses han palpitado muchas cuestiones mayores sobre el futuro de la primera industria cultural del mundo. Sus contradicciones, como la necesidad de sacar nuevas plataformas (PlayStation Pro y Project Scorpio) como una versión de luxe para aguantar el tirón de tecnologías como la realidad virtual. La dificultad de vender los llamados AAA, las superproducciones del mundillo; buenos juegos como Dishonored 2, Deux Ex - Mankind divided, Titanfall 2 o Watch dogs 2 no han funcionado como se esperaba. Sus fenómenos, como Pokémon go, un boom planetario que nadie había predicho. Sus descalabros, como las equivocadas campañas de Sony para vender The last guardian y No man's sky como lo que no eran o el desastre cinematográfico de Assassin's creed a pesar de contar con Fassbender en el reparto y un gran presupuesto. Y a nivel nacional, la dificultad de la industria española para sustentar un tejido de compañías mínimamente sólido.
Pero 2016 ha sido también un año extraordinario de obras y autores. Juegos como The Witness, Pony Island, Candle, Inside, Firewatch, Dark souls 3, Super hyper cube, Soft body, That dragon cancer. Nombres como los de Jonathan Blow, Olly Moss y Sean Vanaman, Hidetaka Miyazaki, Fumito Ueda, Phil Fish, Amy y Ryan Green, Playdead... Año tras año, por encima de cualquier cifra, estudio de mercado o decisión de marketing, los creadores van marcando el tempo de este medio. Y esa, probablemente, sea la mejor noticia sobre la que reflexionar este 2016.
1up ha consultado a sus colaboradores y a diseñadores del medio para elaborar esta lista de 10 elegidos. Se han quedado fuera muchos, muchos más. Para conocer todos los recomendados por nuestros autores, consulta esta colección de listas paralela.
1. THE LAST GUARDIAN
La nueva obra de Fumito Ueda ha sido la reina en nuestras votaciones. En el centro de este título, en desarrollo durante una década, una de las emociones fundamentales: el amor. Y en concreto el amor que se tienen un animal y un ser humano tras compartir experiencias vitales al límite. Trico, la criatura digital creada por Ueda, ha conseguido el milagro definitivo de una experiencia digital: convencernos de que está viva.
2. INSIDE
Playdead es un colectivo artístico danés envuelto en el secretismo y el misterio. Rara vez conceden una entrevista. Permanecen aislados como individuos de las redes sociales. Su manera de hablar es a través de sus obras y con Inside han vuelto a asombrar a medio mundo. Parábola sobre la sociedad del control, fábula fantástica con elementos lovecraftianos, experimento visual de cómo explotar un travelling infinito, Inside es muchas cosas y ninguna. Una obra inclasificable que nos fascina por plantear preguntas antes que ofrecer respuestas.
3. THE WITNESS
El puzle como lenguaje. La isla como representación de la potencialidad creativa del ser humano. Y de su soledad. The witness, obra magna de Jonathan Blow, padre de la escena artística que vive el videojuego desde 2008, logró lo imposible en este 2016: conjugar filosofía y existencialismo sin usar una palabra. Solo a través de la visita a su isla Blow consigue conjurar una reflexión holística sobre la condición humana. La pasada, la presente y la futura.
4. FIREWATCH
En sus inicios, los videojuegos lucharon por trasladar las actividades físicas. El salto, el correr, el disparar. Acción y reacción. En la actualidad, reinan las abstracciones y en concreto las emociones. A través del diálogo y en un escenario único, un inmenso bosque del que somos guardias forestales, Firewatch consigue atrapar la chispa de la atracción entre dos desconocidos, el protagonista y la guardabosques veterana que lo instruye.
5. UNCHARTED 4. A THIEF'S END
Firmar una cuarta parte que supere a las tres anteriores es algo difícil de imaginar. Uncharted lo ha logrado. Las superproducciones del videojuego alcanzaron un nuevo techo estético, técnico y narrativo con esta nueva entrega que puso punto final a las aventuras de Nathan Drake en los videojuegos. Con un final valiente e intimista, Uncharted 4 demostró que se pueden gastar cientos de millones de euros en una obra redonda y personal.
6. DARK SOULS III
Cualquier otro año, Dark souls 3 fácilmente hubiera ocupado el primer puesto en el podio. 2016 tuvo exceso de obras para el recuerdo, pero la culminación de la saga de Hidetaka Miyazaki, probablemente la más influyente en el diseño de videojuegos de la última década, no decepcionó. El horror, la belleza decadente y el sistema de combate más exigente y profundo del medio lo hacen uno de los incuestionables de 2016.
7. OVERWATCH
El concepto no tenía ni una sola idea original. De hecho, competía con otros videojuegos de idéntica factura y propósito, como Battleborn. Pero Overwatch fue una demostración de que Blizzard ejecuta como muy pocos. Juntar la estética de Pixar con un elenco de personajes carismáticos en un juego multijugador en primera persona ha sido una combinación ganadora. Overwatch es un fenómeno cultural. Y un juego cuidado hasta el último detalle.
8. NO MAN'S SKY
Vilipendiado por la crítica y los jugadores por ser lo que no prometía. Arrumbado por la propia compañía que lo promocionaba, Sony, en un gesto a lo Poncio Pilatos de lavarse las manos. Tildado de estafa por millones de jugadores. No man's sky ha sido el juego más polémico de 2016 por todo lo que no es. Tanto que se ha olvidado lo extraordinario de todo lo que sí es. No man's sky es el primer videojuego que logra transmitir, al detalle, la emoción de conquistar un horizonte, de perderse en un cosmos infinito sin saber lo que deparará el próximo planeta/asteroide/satélite. En 1UP ha sido un título que hemos querido reivindicar. Y por eso figura en esta lista.
9. DOOM Y SUPERHOT
Cuesta imaginar dos formas más distintas de entender los juegos de disparos en primera persona (FPS) que DOOM y Superhot. El primero, superproducción de ID Software, es el perfeccionamiento obsesivo del clásico entre clásicos del género, una obra que aspira a que el jugador se sumerja en un mundo que parece salido de una carátula de un CD de black metal, un infierno marciano que arrasar a sangre y fuego. El segundo es un sofisticado e irónico ensayo sobre los tópicos del género con un giro en sus mecánicas genial: el tiempo solo avanza cuando lo hace el jugador. Ambos nos han fascinado porque la ejecución de sus ideas es perfecta.
10. THE WITCHER 3 BLOOD & WINE Y FINAL FANTASY XV
La promesa de los juegos de rol es sumergir al jugador en un mundo que no existe, abrumarlo y embelesarlo con un universo alternativo a la realidad. Pocos lo hacen tan bien como The witcher 3. Blood & wine y Final fantasy XV. El primero por la calidad narrativa. El segundo por la potencia evocadora de su universo. Ambos son ejemplos maestros y complementarios de cómo entender este género.
Babelia
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