De carne y Facebook
En los versos de Sergio C. Fanjul conviven emoticonos y la bandeja de entrada de un mundo donde la mayoría de mensajes van a parar a la carpeta de spam
En los versos de Sergio C. Fanjul conviven las ventanas indiscretas de Facebook, las sirenas del consumo, los emoticonos y la bandeja de entrada de un mundo donde la mayoría de mensajes van a parar a la carpeta de spam. Y, sí, ahí también está la poesía. Desde la dedicatoria inicial a Mark Zuckerberg, Pertinaz ‘freelance’ ofrece un escaparate global al que se asoma un sujeto que es a la vez espectador y rehén del neocapitalismo: un autónomo que lucha por la supervivencia en la intemperie surgida tras la voladura del Estado del bienestar.
Fanjul radiografía una existencia “conservadora pero sin / conservantes” con la precisión de un cirujano y la piedad de un sicario. La sucesión de manifiestos instantáneos (“la vida es aquello que ocurre mientras la web se carga”), estribillos trap e intertextos rabiosos contribuye a la actualización de viejos temas que parecen nuevos tras pasar por la batidora del poema: las ruinas como paradigma de la obsolescencia programada, el amor constante más allá de la wifi o la indagación en los caprichos de la memoria sentimental (‘El Bollycao de Proust’). En los ejemplos menos logrados, el deseo de transmitir el ruido de una cultura hipercomunicada corre el riesgo de desembocar en un ruido amplificado o un neobarroquismo digital que pierde efectividad por su acumulación de efectismos. Pertinaz ‘freelance’ comparte con las redes sociales su fluidez contagiosa, su desparpajo adictivo, un lenguaje al cabo de la calle y un ingenio a prueba de dogmas. Para futuras entregas queda el reto de poner toda la carne (no procesada) en el archivo de word.
Pertinaz ‘freelance’. Sergio C. Fanjul. Visor, 2016. 82 páginas. 12 euros
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