Un camarero rompe un dedo a una valiosa estatua del British Museum
El hombre chocó contra la escultura el año pasado y el museo lo ocultó hasta restaurarla
La secuencia parece sacada de una película de Mr. Bean. Sin embargo, es real. Londres, seis de la tarde del pasado 10 de diciembre. Una empresa de catering contratada por el British Museum ultima los preparativos para un evento corporativo en una sala de la pinacoteca. Alrededor, lucen hermosas estatuas de varios maestros griegos y romanos. Un camarero se agacha para un arreglo. Al levantarse no se percata de que a su espalda, demasiado cerca, está la Venus de Townley, obra del primer o segundo siglo d.C., de valor "incalculable", según la BBC. Así que el hombre y la diosa chocan. Y el pulgar de la mano derecha de la estatua cae al suelo. Por lo menos, el dedo resultó intacto y pudo ser restaurado sin problemas por el museo.
La pinacoteca no hizo público lo ocurrido. Pero la historia ha sido descubierta y publicada ahora por la revista especializada The Art Newspaper, que ha reconstruido lo ocurrido aquella tarde. La publicación también apunta a que el museo no ha querido identificar la compañía de catering implicada, aunque destaca que ha de ser una de las nueve que suelen ser contratadas habitualmente por el British Museum.
Una portavoz del museo informó a The Art Newspaper que la ruptura del pulgar fue "limpia" y que pudo ser arreglada de forma rápida y directa. Y el centro añadió en un comunicado que se ha tomado el incidente "en serio". "La preservación de nuestra colección es de importancia fundamental. Nuestros conservadores expertos han podido restaurar perfectamente la obra y ha permanecido expuesta al público", añade el documento.
The Art Newspaper añade que el British Museum ha tomado también medidas para evitar episodios parecidos en el futuro. "Hemos dado pasos para asegurarnos de que no se repita. Todo el personal que está implicado en eventos que no sean vigilados ha sido entrenado para ofrecer la mejor protección de las obras", ha declarado una portavoz.
En 2012 otro visitante protagonizó un incidente con la misma estatua, y resultó dañada una mano que también tuvo que restaurarse. La escultura es una copia de otra griega, la Diosa del Amor. La copia de mármol del museo londinense mide dos metros de alto y se encontró en Roma en 1775 y la compró Charles Townly, de ahí su nombre. Sus descendientes la vendieron al museo en 1805.
Babelia
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