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ARTE

Imágenes contra imágenes

Apología/Antología recorre la historia del videoarte español en cinco DVD. El cofre forma parte de un ambicioso proyecto que incluye una web de libre acceso a más de 250 creaciones

Fotogramas de las diferentes obras de la colección 'Apología/Antología'.
Fotogramas de las diferentes obras de la colección 'Apología/Antología'.

Ochenta y cinco obras de 72 artistas y colectivos componen Apología/Antología, el cofre de cinco DVD que ha editado Cameo y que no es más que el mascarón de proa de un ambicioso y más amplio proyecto orientado a compilar desde una mirada crítica e historiográfica la evolución de la videocreación en España. Piezas de históricos como Eugenia Balcells, Antoni Muntadas, Dora García, Javier Codesal, Antón Reixa y Eugeni Bonet se entrecruzan con las aportaciones de jóvenes leones de la insumisión audiovisual como María Cañas, Bestué-Vives, María Ruido, Kikol Grau y el colectivo Los Hijos en cinco recorridos temáticos comisariados por otros tantos expertos, en torno a conceptos como la apropiación, cuerpo-sexo-género, lo político, el vídeo conceptual y las relaciones de confrontación con las imágenes institucionales.

“Resulta muy difícil delimitar el concepto de ‘videoarte’ o ‘videocreación’ o ‘imagen en movimiento’, terminología que ha variado según la década y contexto. No se ha conseguido durante sus 50 años de historia y el pronóstico apunta a que así continuaremos”, explica Eli Lloveras, directora de la distribuidora especializada en videocreación Hamaca e impulsora de este proyecto, “y es que seguramente esta indefinición sea una característica inherente al medio debido a su hibridación de géneros y formatos (vídeo-danza, vídeo-acción, clip musical, documental de autor…) y por la heterogeneidad de sus modos de producción, comercialización y distribución. Hoy en día podemos encontrar vídeos de los Venga Monjas en exposiciones de museos y piezas de cine experimental subidas a YouTube: al final la decisión de ponerle una etiqueta y otra depende de la voluntad de la autora o autor de moverla en un campo u otro”. La labor previa de la distribuidora Hamaca en los últimos años para difundir este tipo de materiales ha sido esencial para poder poner en marcha Apología/Antología, proyecto que en 2017 lanzará una plataforma online (www.apologiantologia.net) que, de entrada, facilitará el libre acceso a un archivo de 250 trabajos que se irá ampliando con nuevas aportaciones.

La obra incluye piezas del cine experimental y politizado de los setenta y trabajos de colectivos como Venga Monjas

“La videocreación hunde sus raíces en Fluxus, naciendo en paralelo a las prácticas conceptuales que priorizan lo efímero sobre lo estable o el texto y la palabra sobre lo puramente visual o retiniano. El medio ve la luz en un momento combativo, en el que se intenta sacar al arte de cierto anquilosamiento con respecto a su función social, y es utilizado por algunas de las corrientes y los grupos con posiciones críticas y contestatarias de aquellos momentos como el Land Art, el Body Art o el Conceptual Art”, apunta Julia Montilla, una de las artistas incluidas en la selección. La historia del videoarte es la de una sucesión de combates con las implicaciones ideológicas de los modelos de imagen propiciados por otras formas de expresión artística. Como señala el videocreador Eugeni Bonet, coautor del decisivo estudio sobre esta disciplina En torno al vídeo, publicado en 1980, y compilador de uno de los recorridos temáticos de Apología/Antología, “el vídeo es un arte regional, un subdominio. Como lo son el mail-art, la performance, el arte sonoro, la poesía experimental, el arte tecnológico en sus diversas manifestaciones (analógicas y digitales), el cine mismo, todavía la fotografía incluso. Estas prácticas desbordan el marco institucional del arte —museos, galerías, coleccionismo público y privado— y, por tanto, han generado otros espacios y circuitos, alternativos o específicos. La reticencia inicial de las instituciones artísticas se debe a que el vídeo es un medio que se desenvuelve en el tiempo e introduce un rumor, que se desliza hacia el ruido, en la tradición aposentada del cubo blanco: inmaculado, recogido, silencioso…, todo aquello que se ponía en solfa cuando emergía el vídeo”.

Un buen testimonio del carácter abierto, provocador y esencialmente antidogmático de esta inagotable Apología/Antología lo aporta el hecho de que, en el interior de este lote de DVD con forma de ciclo de ciclos, se incluyen tanto trabajos previos al uso estricto del vídeo en su dispositivo tecnológico —hay piezas del cine experimental politizado de los setenta— como trabajos nacidos en el ámbito caótico del humor internáutico de última hora, debidos a colectivos como Venga Monjas o Pioneros del Siglo XXI. “Es fácil desdeñar las prácticas videográficas no ortodoxas de los youtubers, trabajos cinematográficos como los de Sacha Baron Cohen o de cómicos como Venga Monjas o Carlo Padial en Internet, pero en esas actitudes, que están a la orden del día, creo detectar siempre un tufillo de esnobismo rancio y un cierto miedo al cambio. No se trata de ser apocalíptico, ni tampoco de abrazar con la fe de un converso todo lo nuevo, pero sí de estar atento a los movimientos que surgen fuera del estrecho margen de la cultura oficial: es ahí donde han aparecido siempre las verdaderas revoluciones (desde el impresionismo hasta la nouvelle vague, por ejemplo), que fueron recibidas con miradas por encima del hombro por los sacerdotes de la cultura del momento”, argumenta Gonzalo de Pedro, responsable del muy heterodoxo recorrido que, bajo el título de Basado en imágenes reales, cierra la antología.

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