Vive Madrid y viva Paul McCartney
La ciudad es vida y la mayor invitación que pueden hacernos a vivir en libertad, como anoche hizo Paul McCartney
“Viva Madrid”, ese restaurante que sigue siendo punto de encuentro, sabe todavía a teatro y a conciertos y a noche sin dormir y a libertad, de otra manera, pero como en los ochenta. Son otros, pero sienten parecido quienes allí se citan.
Viva Madrid, el nombre, es una celebración del contento, de la alegría, un deseo también de que sus gentes sigan viviendo aunque quiero creer que a los madrileños, más que presumir, nos gustaría invitar, provocar y decir: Vive Madrid.
Porque Madrid, para quienes no necesitan encontrar el sustento diario provocado por un paro insostenible o la explotación en el empleo, para quienes pueden olvidar la realidad injusta, Madrid puede ser disfrute, gozo, placer. Madrid es vida. Y la mayor invitación que pueden hacernos a vivir en libertad.
Anoche lo hizo Paul McCartney: nos provocó y la arena se abrazó, se rozó la cintura con manos posadas y se excitó al sonreírse entre letras y tarareos. Se sonrió al ver que el otro también vivía y había vivido.
Eso es Madrid, una riada de gente viva subiendo hacia el Paseo Imperial, las calles llenas de caminantes sin prisa. Madrid, pasión compartida con respeto y, sobre todo, disfrute.
Un niño de cinco años, tres horas sobre los hombros de su padre que lo ha llevado a ver a Paul McCartney; el hueco hecho entre todos a la mujer desplomada que se empeña en seguir bailando o el perdón por sentir gotas de cerveza en tus pies; pero, más que ninguno, ese romántico salido de una novela de Goethe que vuelve a pasar su mano derecha por el pelo de la nuca mientras cierra los ojos. Cantas tras él, con Paul, gritas con tus compañeros de lona y saltas. Ya sabes que estás en Madrid y que amas Madrid.
Hasta que llega la hora de ir a casa y miles de personas caminan y hablan a ratos, como en la montaña, se saludan por si se necesitan. Vuelves a pie y cantando Freedom, aunque sabes que solo han estado quienes podían pagar ese concierto.
Y al amanecer, buscas la música de nuevo y la escuchas. Porque lo mejor esta por llegar. ¡Viva Madrid! ¡Vive Madrid! Madrid wants to hold your hand. Ya estás tardando.
Ana García D’Atri es editora, diputada socialista en la Asamblea de Madrid y exconcejal de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid.
Babelia
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