Miguel Ángel Perera cortó dos orejas en el cierre de la feria de Nimes

El diestro Miguel Ángel Perera cortó dos orejas en el séptimo y último festejo de la feria de Pentecostés de Nimes (Francia) en el que también el francés Sebastián Castella obtuvo un apéndice, mientras que el peruano Andrés Roca Rey se fue de vacío con un lote infumable.

Con casi lleno en los tendidos, se lidiaron cuatro toros de Daniel Ruiz, nobles pero de poca casta, y dos -cuarto y sexto- de Torrealta, igualmente justos de emoción y fuerza.

Sebastián Castella, silencio y oreja tras aviso; Miguel Ángel Perera, ovación tras aviso y dos orejas tras aviso y Andrés Roca Rey, ovación y silencio.

No tuvo suerte con su lote Castella en su segundo paseíllo en esta feria. El primero, de Daniel Ruiz, rozaba la invalidez, mientras que el segundo, un ‘remiendo’ de Torrealta, carecía de la más mínima emoción.

Lo exprimió, no obstante, Castella con temple y suavidad, arrancando los primeros acordes de la música tras casi diez minutos de faena. Una estocada tendida puso fin a su dilatada labor, que le valió una oreja.

Miguel Ángel Perera protagonizó una tarde de mucho poder y mando con dos toros de Daniel Ruiz nobles y fáciles. El extremeño estuvo asentado, sin mover un ápice las zapatillas y ligando por ambos pitones. Como ha sucedido otras veces a lo largo de esta feria, habría lucido más ante toros de mayor casta, y así lo expresó el público nimeño en alguna ocasión, mediante leves pitos. En el quinto, cortó dos orejas merced a su tesón, buen concepto y ganas de agradar.

Resulta difícil creer que Andrés Roca Rey tomara la alternativa hace pocos meses en esta misma plaza, durante la Vendimia; y resulta difícil porque su evolución ha sido más que notable.

Y eso que la tarde no tuvo nada que ver con aquel triunfal festejo, fundamentalmente por el pobre juego de los lotes lidiados. El peruano derrochó, como de costumbre, valor para emocionar al público, que pasó incluso miedo, aunque, al final, no ‘tocara pelo’ en ninguno de sus dos oponentes.

Hermoso y Lea Vicens, dos orejas en la matinal

El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y la amazona francesa Lea Vicens cortaron dos orejas en la matinal de rejoneo celebrada en la ciudad francesa de Nimes, sexto festejo de su feria taurina de Pentecostés.

Con casi lleno, se lidiaron toros de Fermín Bohórquez, nobles y con poca fuerza, salvo el cuarto, que tuvo más recorrido, y el sexto, de gran clase.

Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y dos orejas; Manuel Manzanares, silencio y oreja, y Lea Vicens, silencio y dos orejas.

Una mañana de lo más interesante, con dos partes bien diferenciadas, pues mientras en los primeros tres toros no pasó prácticamente nada, en cambio en los tres últimos se vio un rejoneo de altura, principalmente a cargo de Hermoso de Mendoza, sublime, y también de la amazona francesa Lea Vicens, todo garra y entrega.

Gran faena la que protagonizó Hermoso de Mendoza, que cortó las dos orejas del cuarto. Magistral, una vez más jugando con la querencia y los terrenos.

Su joven rival, la francesa Lea Vicens, no le anduvo a la zaga y desorejó al sexto astado de Fermín Bohórquez que cerraba el festejo tras una labor presidida por el buen gusto y el temple.

Finalmente, Manuel Manzanares, que sorteó el peor lote, paseó un apéndice.