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‘Marseille’, corrupción y política en la primera serie francesa de Netflix

Gérard Depardieu protagoniza la producción ambientada en la ciudad gala

Benoît Maginel y Gérard Depardieu, en la serie de Netflix 'Marseille'.

El poder no se da, se toma. Así lo avisa el tráiler de la esperada nueva ficción de Netflix, la francesa Marseille, que se estrena este jueves y que es la primera producción de la plataforma online en el país galo. Esta historia de poder, venganza, corrupción y redención, promete ser una mirada sin concesiones sobre la política, sus vínculos con el universo de la droga y sus traiciones. En el centro se encuentra la ciudad de Marsella, un personaje más de esta historia, objeto de codicia y deseo. Entre ambiciones y ajustes de cuentas, la serie protagonizada por Gérard Depardieu se encuentra a medio camino entre el thriller político y la saga familiar. A pesar de las similitudes, su guionista, el escritor Dan Franck, promete algo diferente a una versión francesa de House of Cards, la serie bandera de Netflix.

“No es una serie política, es una producción que cuenta una historia humana”, explicó así Franck en la presentación de la serie en un evento organizado por la plataforma en las afueras de París. “Marseille no tiene nada que ver con House of Cards”, añadió. La producción estadounidense protagonizada por Kevin Spacey “cuenta una conquista del poder a través de dos personajes de una potencia totalmente extraordinaria”, la pareja Underwood. La europea, liderada por el monstruo sagrado del cine francés Depardieu, es “mucho más humana, existe esa batalla, pero el combate no se libra por voluntad de poder, sino por amor a la ciudad de Marsella y porque esos dos hombres tienen cuentas pendientes”.

La producción cuenta con dos pesos pesados para dar vida a “esos dos hombres” cuya rivalidad sirve de hilo conductor. Por un lado está Depardieu, principal reclamo de la serie, en la piel del veterano alcalde Robert Taro, quien prepara su último golpe: la construcción de un casino. Pensaba haberlo dejado todo atado para su sucesión, pero en el momento clave es traicionado por su ambicioso delfín, Lucas Barrès, interpretado por Benoît Magimel (La pianista).

Como telón de fondo está la ciudad mediterránea de Marsella, con su puerto y sus barrios más o menos conflictivos. La ciudad es al final “un verdadero personaje, como una mujer, a la que todo el mundo quiere”, según Franck. “Marsella es muy importante en la serie, puede que sea el personaje principal”, señaló por su parte el productor Pascal Breton, conocido también por ser cocreador de la serie francesa de éxito Sous le Soleil. “Hemos intentado filmarla de forma que parezca todavía más grande de lo que ya es. Es una ciudad costera tan fascinante como pueden ser Nápoles, Río, Barcelona o San Francisco”, añadió.

Para no dejarse encerrar en lo puramente político, el escritor Dan Franck, coguionista también de la aclamada miniserie de Olivier Assayas Carlos, ha introducido personajes con su propio universo. En primera línea se encuentra la mujer del alcalde, la violonchelista Rachel Taro, encarnada por la actriz marsellesa Géraldine Pailhas. “Su papel no se reduce al de mujer del alcalde porque tiene una pasión, la música, una pasión artística que la devora considerablemente y que va a ser un punto de ruptura para ella”, explicó Pailhas.

No en vano, Franck compara la escritura de una serie con la de la novela popular del siglo XIX, de escritores como Dumas, Théophile Gautier o Eugène Sue. Son autores “que escribían para la prensa cada día y que debían apañarse para cautivar a los lectores”, indicó el guionista. “Las series hoy responden a esa exigencia, son la novela popular para mí”, concluyó.

Difusión en televisión como reclamo

Una de las grandes sorpresas de esta nueva producción ha sido la forma de promocionarla en Francia. Netflix ha llegado a un acuerdo con el principal canal privado del país, TF1, para emitir los dos primeros capítulos de la serie una semana después de su salida en la plataforma. El próximo 12 de mayo, los espectadores franceses podrán ver las dos primeras entregas en abierto en su televisor en horario de máxima audiencia. Si quieren ver la continuación, tendrán que estar abonados a Netflix o aprovechar el primer mes gratuito que ofrece la plataforma a los nuevos usuarios. TF1 espera así mostrar una imagen más juvenil y abierta a los cambios tecnológicos y, de paso, lograr buenas audiencias, mientras que la plataforma se garantiza una publicidad de dos horas en el principal canal televisivo.

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