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El mexicano Leo Valadez cortó la única oreja en la novillada inaugural

El triunfador y sus compañeros Joaquín Galdós y David Bolsico fallaron con la espada

El joven novillero mexicano Leo Valadez cortó la única oreja del festejo inaugural de la feria taurina de Olivenza (Badajoz), en la que tanto el peruano Joaquín Galdós como el debutante con picadores David Bolsico se fueron de vacío, ante un importante encierro de El Freixo.

Con casi la mitad del aforo cubierto, en tarde lluviosa y desapacible, se lidiaron novillos de El Freixo, propiedad de Julián López El Juli, de desigual presentación, bravos y encastados, de muy buen juego en conjunto.

Joaquín Galdós, ovación tras aviso y ovación.

Leo Valadez, palmas y oreja.

David Bolsico, que debutaba con picadores, palmas y palmas tras fuerte petición de oreja.

Joaquín Galdós recibió con estilo a la verónica al primer novillo de la tarde, un animal de feas hechuras, alto de agujas, encastado y de incansables embestidas, con el que mostró sus buenos deseos de agradar al público, en una faena excesivamente larga, en la que llegó a escuchar un aviso.

Con el cuarto de la tarde, el novillero peruano volvió a mostrar las cualidades que atesora; manejó el capote con variedad, y mostró muy buen juego de muñeca en una faena también vistosa con la muleta, estropeada a última hora con los aceros.

Leo Valadez se enfrentó a un primer novillo de extraordinaria casta, al que supo imponerse en medio de una incesante lluvia. Anduvo valiente el joven torero mexicano, que gustó al respetable en los tres tercios, sobre todo con la muleta, donde se mostró como un torero variado, gustoso y dominador. Tanta voluntad por agradar hizo que al final se pasara de faena, tras el fallo reiterado en la suerte suprema.

En el quinto volvió a hacer Valadez otra demostración de valor y ganas, lo que se dice ‘estar en novillero’, para aprovechar las bondades que le ofreció el novillo en otra faena pasada por agua. Los terrenos que pisó, lo mucho que expuso, sobre todo en las manoletinas finales, hizo que el público perdonase el pinchazo previo a la estocada definitiva para darle una oreja.

El extremeño David Bolsico, que hacía su debú con picadores, anduvo toda la tarde con las ganas y la ilusión propia de un aspirante que empieza; y, aunque en ciertos momentos mostrara también su lógica inexperiencia, sobre todo a la hora, de manejar los aceros, su tarde en Olivenza fue más que digna.

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