_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Borde Xef

¿Por qué el hasta entonces conocido como David —ahora Dabiz— Muñoz quiere un programa de televisión en horario de máxima audiencia?

El chef David Muñoz.Vídeo: Sergio Barrenechea
Jesús Ruiz Mantilla

No se muestra humilde. “Yo soy la nueva estrella de la cocina en Europa”. Anda flojo en geografía y fuerte en el pobre vicio de generalizar: “En mi otra vida he debido ser chino, porque cuando llego a Bangkok me encuentro como en casa”. Tampoco demuestra que sus referentes vengan de un concienzudo estudio en el mundo de la gastronomía: “StreetXo tiene que ser el Roger Rabbit de la cocina en Madrid y, en Londres, el Stanley Kubrick”. Algunas de sus propuestas de mestizaje culinario —churro con pisto suey y kokotxa—, bien aconsejado, ni probaría a ponerlas en práctica antes de darse cuenta de que no pasan de eso, del mero churro… ¿Por qué entonces el hasta entonces conocido como David —ahora Dabiz— Muñoz quiere un programa de televisión en horario de máxima audiencia?

Los responsables de Cuatro sabrán. Pero, por seguir con lo visto estas dos primeras semanas del technoshow gastronómico, donde cuenta más una cresta que una merluza fresca, no se explica. Y lo peor, que Muñoz no se sabe explicar. Su protagonista es lo más borde y desagradable que se ha visto en una pantalla grande o pequeña desde que tembláramos ante el sargento de La chaqueta metálica. De ahí su obsesión con Kubrick. No parece que quiera complacer a la Real Academia con sus anglicismos tipo “zona de confort” o sus broncas telefónicas a los contratistas y proveedores: “El puto tal y cual”. Por no hablar de sus ínfulas canis: “No hemos llegado a la polla, estamos cerca, pero no de la polla”. Y así.

Y en medio, la nada, el abismo, un trozo de humo con apariencia punk, sin la más mínima capacidad de articular un discurso. Valga un ejemplo: “No es StreetXo; para que sea StreetXo tiene que ser eso, StreetXo”. ¿Qué demonios querrá decir? Como no sea una argucia para resolver el enigma en el próximo capítulo...

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_