‘Pop’, la celebración hedonista de U2
Este álbum culminó la apertura del grupo a otros estilos, inédita hasta entonces en la paleta sonora de una banda guardiana del rock
La década de los noventa ha pasado a la historia de U2 como el periodo en el que el grupo quiso desmarcarse del sonido que les había encumbrado para buscar nuevos caminos acordes a los tiempos que entonces corrían. Pop es la culminación de ese proceso, el cierre de la trilogía compuesta por Achtungbaby (1991) y Zooropa (1993) que se caracteriza por esa apertura hacia otros estilos, inédita hasta entonces en la paleta sonora de un grupo considerado como uno de los grandes guardianes de la esencia del rock. Por eso mismo, Pop fue un álbum que dejó perplejos a muchos de sus seguidores. El single que precedió al álbum tenía un título muy ilustrativo respecto a las nuevas intenciones del grupo: Discotheque.
“Queríamos hacer un álbum que sonara como nuestra colección de discos: Sex Pistols, Chic, Tricky, DonnaSummer, música disco o speed metal”, afirmó Bono durante la promoción de Pop, editado en marzo de 1997, cuando internet empezaba a formar parte de nuestras vidas y la música electrónica de baile era la tendencia musical identificable con el futuro. “La música hoy en día tiene un sentido menos tribal y la idea de tocar un único estilo suena pasada de moda”, comentó el cantante, anticipando una tendencia que terminaría imponiéndose en el rock un par de lustros después. Para este nuevo salto mortal, el cuarteto no pudo contar con Brian Eno, enfrascado en su propia música. Para ocupar su lugar eligieron a dos de los nombres punteros de la electrónica. NelleeHooper, conocido por sus producciones para Massive Attack y Madonna, y el músico Howie B, que venía de trabajar con Björk y Tricky, fueron elegidos junto a Flood para ayudar a definir la dirección del nuevo álbum. Adam Clayton explicó que la misión de Hooper consistió básicamente en enseñarles a usar los samplers y las programaciones; de Howie B aprendieron a escuchar la música desde otro ángulo, después de verle interactuar con el público en sus sesiones como dj. Underworld, Leftfield y The Prodigy fueron artistas que el grupo escuchó mientras se preparaba el álbum.
The Edge contó que habían elegido el título Pop porque “era música que celebraba el momento”. Sin embargo, y como ha ocurrido siempre con U2 en sus giros más radicales, la esencia de su estilo siempre se mantuvo intacta a pesar de los cambios de piel. Grabado en Miami, el disco se beneficia de esas nuevas influencia a la vez que preserva la mística del grupo, presentes sobre todo a través de la voz de Bono y la guitarra de The Edge. El tono espiritual del cuarteto convive en el disco con ese barniz hedonista del disco anunciado a bombo y platillo desdedesde su apertura, en ese disparo de adrenalina que conforman Discotheque, Do youfeelloved y Mofo, que exhibe claramente el influjo del trip hop y el trance.
La música hoy en día tiene un sentido menos tribal y la idea de tocar un único estilo suena pasada de moda”, dijo Bono por aquel entonces
U2 celebraban así la vida moderna de finales del siglo XX, con canciones tan representativas como Lastnighton Earth. En otras como If you were that velvet dress o Miami, su intención de modernizarse resultaba más que evidente. La gira con la que recorrieron el mundo presentando el disco, Popmart, convirtió el escenario en un gigantesco supermercado, cerrando una etapa en la que U2 reivindicó su derecho a dejar de tomarse demasiado en serio. “Uno denuestros errores durante los ochenta fue el justificarnos –dijo Bono-. Intentamos contrarrestar el éxito preservando nuestra pureza. Había un afán de rectitud en aquello y eso puede ser peligroso para un artista”. Con Pop, U2 combatieron esas amenazas sin dejar de ser ellos mismos.
Babelia
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