El Langui te saluda

Hugo Montilla tenía tres años cuando entró en el estudio de grabación que su padre, Juan Manuel (más conocido como El Langui) tiene montado en la parcela de su casa desde 2008. Animado por el trabajo que estaba haciendo su padre, se puso a rapear con él y entonó La canción de los números, que entonces estaba aprendiendo en el colegio. Aquella "tarde mágica", como la define El Langui (Madrid, 1979), componente del grupo La Excepción, fue el germen de Padre e hijo, uno de los temas de Hola, el primer disco en solitario del MC de Pan Bendito.

"Cuando a ti te gusta algo y, encima, puedes compartirlo con tu hijo, pues genial", comenta El Langui, orgulloso de su primogénito. "Se quedó ahí la canción y dije: ‘La voy a dejar aquí. Esto no lo voy a sacar con La Excepción, evidentemente, pero sí con lo que yo haga’. Entonces empecé a hacer mi disco y, ya con seis años, Hugo volvió otro día al estudio, recordé lo que había grabado y dije ‘Vamos a ponerlo’, porque quería, en la segunda parte de la canción, volver al rap pero con los años pasados".

Tanto el tema como el disco son un reflejo del cambio en la vida del actor y cantante: "Ni mis necesidades ni mis responsabilidades son las mismas que cuando tenía 25 años", comenta. Añade, a la vez, que este disco responde a "unas inquietudes que quería sacar en forma de canciones" y que "quizá" no fuera el momento de sacar ese proyecto adelante con La Excepción porque "no tenía salida" con ellos, sino por sí mismo. "Aquí no he tenido que consensuar con nadie: era yo. Y me apetecía mucho", rememora El Langui sobre tener que trabajar sin sus compañeros Gitano Antón y La Dako Style, que sin embargo están presentes en Empecé, uno de los cortes del disco.

Su hijo y sus colegas de La Excepción son algunos de los colaboradores del álbum, pero El Langui ha sabido rodearse para la publicación de Hola. Mikki Nilsen, Andrés Calamaro, Gordo Master, Sho-Hai (de Violadores del Verso), Capaz y Swan Fyahbwoy participan también en este trabajo. La elección de músicos ha sido, a veces, instintiva o caprichosa ("si yo tenía una base y, al escucharla, decía ‘Ostras, aquí me gustaría que plasmara sus versos tal artista’, yo le llamaba o le escribía"); otras, fruto de la admiración ("hay artistas que a mí me gustan y me inquietan y me apetece ver cómo trabajan en el estudio").

El cansancio

A pesar de haber superado muchas de las barreras que conlleva convivir con una parálisis cerebral provocada por falta de oxígeno durante el parto, El Langui admite que le cuesta dar un concierto y "estar durante dos horas de pie en un mismo sitio delante del micrófono". Es un tema del que ya se siente preparado para hablar: "Antes a lo mejor no quería decirlo, me excusaba, me daba miedo, evitaba la pregunta de si eso me costaba. Ahora tengo 36 años, he estado en un montón de sitios y no me importa decir que para mí es una puta jodienda estar en un escenario. Me lo paso bomba, lo necesito, pero cada vez me cuesta más". Y añade: "Aunque tú me veas que yo estoy disfrutando, que estoy levantando a 45.000 personas, por dentro estoy diciendo: ‘Me voy a caer, me voy a caer’. Tú no lo notas porque yo estoy animándote y sacando todo lo que tengo dentro con buena cara, pero por dentro tengo las piernas agarrotadas, los tobillos agarrotados, siento que me voy a desvanecer...".

La lucha continúa, sin embargo, y El Langui no tiene intención de ceder al cansancio en un futuro próximo. Para este disco, además de las actuaciones en directo, que empezarán "durante los festivales de verano" del año que viene, prepara un "concierto único, que será a principios de 2017 en el Palacio de los Deportes". Juan Manuel Montilla avisa de sus intenciones: "Vamos a montar un chocho muy grande: Vais a ver a El Langui en un escenario como si fuera Snoop Dogg. Quiero que marque un antes y un después y vamos a estar todo este año preparándolo".