Paulos en estado puro
La vida es matemática es un texto de lectura tan fácil y amena como todos los de este autor científico de éxito
Que un libro de matemáticas esté durante 18 semanas entre los más vendidos en la lista de The New York Times, o que otro haya sido incluido entre los 100 ensayos más importantes del siglo XX, o que un tercero fuera elegido como uno de los mejores libros del año de su publicación, 1998, nos dice, al menos, dos cosas: que los libros de matemáticas tienen público y que hay un autor de mucho éxito. Es John Allen Paulos.
Convencido de que los humanos, en sus albores, contaban historias y después inventaron las estadísticas, Paulos lleva su preocupación por el mal uso que se hace de los números a la divulgación. Toda su obra se basa en la idea de que “hay un abismo aún entre las narraciones y las estadísticas, pero es bueno construir puentes”, tal y como dijo en un encuentro organizado por el Instituto de Ciencias Matemáticas en la Residencia de Estudiantes en 2013. Paulos es el mascarón de la popularización de una ciencia que hasta hace poco estaba reservada a los expertos y que hoy encontramos en las portadas de los periódicos.
En España se han publicado ocho de sus nueve libros y resulta muy difícil elegir uno o dos. Por eso, quedémonos con tres. El primero, Un matemático lee el periódico, en el que Paulos mira el ángulo matemático de lo que allí se nos cuenta, siempre con el punto de humor característico del autor. Y, desde luego, es un punto de vista revelador.
En segundo lugar, Elogio de la irreligión, un repaso a las razones esgrimidas históricamente, desde la lógica, para creer en Dios. Acaba demostrando que no existen y que ni con los argumentos clásicos ni con las modernas supercherías del autodenominado diseño inteligente se sostienen desde ese punto de vista.
Y, tercero, su último libro, publicado en Estados Unidos este mismo mes de noviembre y que ya ha sido traducido al español: La vida es matemática. Las ecuaciones que explican los avatares de nuestra biografía. Se trata de una especie de biografía, algo que al autor se le antoja imposible porque: “¿Quién era aquel niño? ¿Cómo se produjo el cambio y cómo me hice mayor? ¿De dónde sale la historia de mi vida?”.
Siempre con la mirada matemática y el humor irrenunciable, los diversos capítulos de la biografía están unidos a problemas o conjeturas matemáticos en un intento de escudriñarse a sí mismo sin alterar demasiado la realidad, puesto que “la gente, sobre todo los autores, tiende a mentir o, al menos, a adornar los hechos”.
Quizá gracias a que “poco a poco, a medida que he ido perdiendo inteligencia, me he vuelto más escritor que matemático”, el libro es de lectura tan fácil y amena como todos los suyos, pese al temor del autor a que resulte “tal vez de una autoindulgencia empalagosa a ratos”. En todo caso, “dista mucho de ser una confesión de intimidades y, desde luego, es un batiburrillo un tanto extraño”. Se trata de Paulos en estado puro, quizá más puro que nunca.
La vida es matemática. John Allen Paulos. Traducción de Dulcinea Otero-Piñeiro. Tusquets. Barcelona, 2015. 239 páginas. 18 euros.
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