Cartas del Bolaño adolescente

Todos los países tienen un escritor, o varios, que solo se leen en el ámbito nacional, en especial por los lectores más jóvenes. A ese tipo de escritores suele llamársele, sin mucha imaginación, como “el secreto mejor guardado”. Uno de esos autores en el Perú fue Carlos Calderón Fajardo, quien lamentablemente falleció a principios de este año y de manera sorpresiva. Justamente en estos días en que se le rinde un homenaje, aparece una nota en la revista argentina Perfil, firmada por Daniel Tabarovsky y titulada “Noticias peruanas”, donde el narrador argentino habla sobre este secreto peruano y hasta comenta lo cerca que estuvo de ser publicado por Interzona. Lo califica como “uno de los más agudos –y secretos– escritores peruanos contemporáneos” y sobre su novela La conciencia del límite último dice que es: “un cruce entre metaliteratura, policial negro puro y duro, y reflexión crítica sobre el estado de la lengua, literaria y periodística”.

La mayoría de escritores no tiene muy buena relación con la tecnología, pero algunos cuantos sí son más flexibles. Uno de los escritores que tiene una estupenda relación con las redes sociales es Salman Rushdie, quien mantiene una muy activa cuenta de Twitter en la que no solo escribe tuits con mucha frecuencia sino sobre todo responde a las preguntas de los tuiteros. Le preguntan, por ejemplo, si le gustaría ver su recién publicada novela Dos años, ocho meses y veintiocho días (en castellano editada por Seix Barral) filmada por Alejandro Iñárritu. El responde que sí, desde luego, por “Alejandro Iñárritu o Guillermo del Toro o mi amigo Alfonso Cuarón”. No es tan mala idea, la imagino como un material perfecto para Guillermo del Toro desde luego.

Las cartas que Roberto Bolaño escribía a su madre y su padre cuando era adolescentes han sido publicadas por Confabulario, del diario mexicano El Universal. Son cartas fechadas en 1973 la más antigua, dedicada a su madre, y en 1977 a su padre que vivía en México. “(…) cuando me preguntaban si estudiaba o si trabajaba y yo decía, orondo, “Soy EzcritorRRR”, nadie sabía nada: pero aun cuando investigaban en donde se encontraba mi familia “En México”. “¿Y usted que va a hacer a Chile entonces?” “Pues mire, no sé, soy chileno” a los tres días abordo me miraban con miedo o en la comida me decían sonriendo “Que se me hace que usted es de la UP”. “No hombre, cómo” decía yo, aunque al final me declaraba mirista y prometía echarlos a patadas del país”. Excelente el testimonio del joven Bolaño que piensa que la literatura es su salvación.

El Cónsul de República Dominicana en Nueva York retiró el reconocimiento de la Orden al Mérito Ciudadano que se le otorgó a Junot Díaz en febrero de 2009 (que, por cierto, Junot Díaz nunca recogió). La razón es que el escritor se sumó a un grupo de activistas pro-derechos humanos para pedir al Congreso de EE.UU. una resolución de condena por los abusos contra los dominicanos de origen haitiano con riesgo de convertirse en apátridas. El cónsul Eduardo Selman, declaró como antidominicano al ganador del Pulitzer. La noticia incluso rebotó en The Guardian.