Lou Reed, cómo elevar el rock
Hace dos años moría el músico que llevó un entretenimiento banal a una categoría artística nueva
Atractivo. Lou Reed era atractivo. Para mí era guapísimo. En los setenta parecía un James Dean de alcantarilla. Al final de su vida, su cara se llenó de arrugas como cordilleras secas. De joven era un peligro. Lo dicen sus biógrafos. Tenía esa belleza de los miopes, decorada con cuello de cisne. No tuvo papada, ni engordó. En algo hay que gastarse la pasta que le dio el rock: en cirugía y belleza geriátrica. Un animal erótico, alguien dijo eso de él en los setenta. Le hicieron un millón de fotos y en todas salía bien. Si hubiera sido gordo como Van Morrison, le hubiera ido peor.
Berlín. En 1973 grabó un disco titulado Berlin. La crítica lo destrozó, dijo que era un disco espantoso. Lou elevó el rock, que era un entretenimiento banal para adolescentes previsibles, a una categoría artística nueva. Nadie pensó que el rock diera para tanto. En ese disco se contaban las historias de dos heroinómanos, Jim y Carolina. Pero lo de menos eran esas historias. Lo importante era la manera de cantar de Lou Reed. El disco lo produjo Bob Ezrin, sin esa producción Berlin no hubiera llegado a ese grado de perfección sonora. Lou Reed se drogaba y compuso una canción maldita, Heroin, cuando estuvo con la Velvet Underground. Le sangraban las uñas, pero eso era por las anfetaminas. Todo acabó en un cáncer de hígado detectado en 2011.
Ex. En 1980 dejó las drogas. Si antes había sido el heroinómano global, a partir de 1980 se convirtió en el ex de todas las cosas. El Ex Universal. Dejó de beber. Dejó de vivir en Nueva York y se compró una moto y una casa en el campo. Se casó con Sylvia Morales. La única foto que existe de Lou Reed con corbata es la de la boda con Sylvia. No invitó a Andy Warhol a la boda y Andy se cabreó. Lou se casó tres veces. Su primera ex fue Bettye Kronstad. Luego se lio con un travesti llamado Rachel, con quien convivió unos cuantos años. Nadie sabe qué fue de Rachel. Vete a saber dónde estará enterrado. Sylvia Morales fue la segunda ex de Lou Reed. No sé qué ha sido de ella. Tres ex: Betty, Rachel y Sylvia. Y una ex maldita y abstracta: la oscuridad. También fue exnovio de Nico. Y examigo de John Cale. Y exfundador de la legendaria banda Velvet Underground, a la que acabó odiando por aburrimiento.
Moscardó. El 20 de junio de 1980 Lou Reed abortó su concierto en el campo de fútbol del Moscardó. Tocó 20 minutos y se largó. Fue un escándalo. Ya había hecho algo parecido en Alemania. Lou tuvo su historia de amor con España. Al final de su vida, lo conocían más en España, Francia e Italia que en Estados Unidos. En el siglo XXI Lou venía a Madrid ya en plan leyenda, como gran artista de la vanguardia neoyorquina. Desde 1975 hasta el año 2012, Lou Reed no dejó de venir a España. Cambiaron a la vez, España y Lou. Parecían dos colegas. España sigue viva de milagro y Lou ya se largó para siempre.
Transformación. Lou Reed se pasó la vida en una continua transformación. Su disco más famoso se tituló así: Transformer. Lou acabó entendiendo el negocio del rock. Con cada disco había que reinventarse. El Lou de 1968, y el Lou de 1975, y el Lou de 1990, y el Lou de 2000, todos distintos. Un lío de personajes. Al final se convirtió en marido de Laurie Anderson y en un cadáver con el hígado podrido. Murió haciendo taichi y hablando con los árboles, o eso dice su viuda, que es muy esnob. Yo creo que la palmó como todo el mundo, asustado, triste y sedado.
Lou Reed falleció el 27 de octubre de 2013 en Southampton, Nueva York.
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