Cuchillos afilados para la tercera edición de ‘Top Chef’

Los fogones de Top Chef vuelven a encenderse en Antena 3. Hoy miércoles a las 22.30 arranca la tercera edición del talent show para profesionales de la gastronomía. Y lo hace con varias novedades, como destacaron sus responsables en la presentación que tuvo lugar en el FesTVal de Vitoria. Por primera vez, el ganador del concurso no lo decidirá el jurado, sino un grupo de 25 personas anónimas de diferentes puntos de la geografía española en una cata a ciegas. “Igual no será la decisión más técnica, pero sí la que más se ajuste al paladar del espectador”, dice Carmen Ferreiro, directora de programas de Entretenimiento de Antena 3.

Además, como destaca Encarna Pardo, directora ejecutiva de la productora Boomerang TV, casi un 80% del programa está grabado en exteriores. “Queríamos acercar Top Chef a la calle”, destaca Pardo. Una de esas salidas será por primera vez al extranjero, con Estambul como destino elegido. “Es un sitio mágico, donde se juntan Europa y Asia, que huele a especias, se cocina en la calle...”, cuenta Alberto Chicote.

Pero el verdadero secreto de un programa como Top Chef, más allá de las novedades que pueda incorporar, es el casting de concursantes. El espacio apuesta por la diversidad entre los 16 cocineros que lucharán por alzarse como ganador, participantes que van desde los 23 a los 57 años y con diferentes estilos culinarios.

El reto por parte del programa está en sorprender a unos concursantes que, con dos ediciones ya emitidas, llegan con ciertas ideas preconcebidas sobre qué se van a encontrar. “Por eso hay que dar la vuelta a las pruebas. Tiene que ser algo que juegue en su contra en vez de a favor”, explica Chicote. Por ejemplo, en una de las pruebas tendrán que compartir cocina con pinches famosos como Cristina Pedroche, Elena Furiase, Luis Piedrahíta, Rosa López o El hombre de negro.

En Top Chef, el nivel de exigencia con los participantes es especialmente alto. Son profesionales y se les juzga como tales. Pero a pesar de la experiencia que todos tienen entre fogones, la presión de las cámaras y la amenaza del tiempo siempre está ahí. “Cuando planteamos una prueba ya contamos con qué tipo de cosas les estamos pidiendo y qué se puede hacer en ese tiempo, no pedimos imposibles. El putear al concursante no es nuestra dinámica, eso se lo dejamos a otros”, añade Chicote, que esta misma semana ha empezado a grabar la quinta edición de Pesadilla en la cocina.

Entre los dos programas en los que participa, el cocinero no sabe elegir. “Cuando estoy grabando Pesadilla echo mucho de menos Top Chef y al revés. Pesadilla es más duro de grabar y mi grado de implicación es 100%. Pero es estupenda la sensación de estar dando a alguien una segunda oportunidad”, describe.

A pesar de la cantidad de programas de gastronomía que llenan la programación en los últimos tiempos, Chicote no cree que haya llegado el fin del reinado de los formatos culinarios. “También hay mucho fútbol en la tele y a la gente le encanta. Yo lo aborrezco y no entiendo que haya partidos iguales todos los días. No me canso de que haya cocina en la tele porque me gusta la cocina. Tampoco importa mucho lo que digamos nosotros, lo que importa es el público”, añade.

Paco Roncero, de los cocineros aficionados a los profesionales

Junto a Alberto Chicote y Susi Díaz, en esta edición de Top Chef se une al jurado el cocinero Paco Roncero. Premio Nacional de Gastronomía 2006 y director del restaurante del Casino de Madrid, entre otros, ya tiene práctica en eso de juzgar a los concursantes de un programa culinario tras haber sido juez en el MasterChef de Colombia.

"No pensaba meterme en más líos de grabaciones, pero me llegó un mail diciendo que si quería participar en Top Chef. Pensaba que sería como invitado pero no, era como jurado. Acepté porque me gustó mucho la experiencia de Colombia y me apetecía hacerlo en casa", cuenta el cocinero.

Para Roncero, lo mejor de los talent shows de gastronomía es que están acercando la cocina a las casas. "Los niños ya no quieren ser bomberos, quieren ser cocineros", dice orgulloso de poner un granito de arena en esa labor. "Una cosa que vi en Colombia es que los niños y los padres vuelven a ver televisión juntos. Eso me parece mágico", continúa.

A pesar de su amplia experiencia en las cocinas, a Paco Roncero le cuesta imaginarse enfrentándose a las pruebas de Top Chef. "Detrás de las cámaras me parece que se puede hacer todo con la gorra, pero ponte delante de las cámaras, sin tener ni idea de lo que te van a pedir..., que somos cocineros, no El libro gordo de Petete", comenta para destacar la valentía de los participantes por atreverse a afrontar un reto como el de Top Chef, que lo mismo te puede encumbrar que dejar en evidencia.