Lorenzo Silva: “Vivir en Cataluña no es tan agradable ahora”

— ¿Cabe la España de hoy en una novela negra, o revienta las costuras?

— No sé si en una sola, pero cabe en varias, desde luego. La vida de la gente normal es más fácil de reproducir, esa España en la que no existe la violencia. Pero esa no es la España en la que vive un senegalés, o una rumana, y esa España también está ahí. También cabe en otros sitios. En los periódicos, los telediarios…

— ¿Ese telediario de hoy no tiene algo de novela negra?

— El telediario selecciona. No es algo que, ni en fondo ni en forma, coincida con lo que yo hago, porque la falta un punto de vista. Creo que la función de la novela es esa: aportar un punto de vista.

— ¿Queda algo del abogado que fue en el escritor que es?

— Queda todo, porque un escritor es todo lo que ha sido. Queda una visión de las leyes y la justicia. Un conocimiento de los entresijos de esas leyes, a veces bastante inoperantes. El otro día me decía un amigo policía que la Justicia a veces es ciega, a veces sorda... pero si oye y ve, es como un bulldozer, implacable. Así lo creo.

— Tiene muchos amigos policías, pero usted mismo es guardia civil honorario. Si “El honor es la principal divisa del Guardia Civil”, ¿Cuál es la principal divisa del escritor?

— La verdad. Que es otra forma de honor.

— Cambiando de tercio, usted vivía entre Madrid y Barcelona, pero ahora solo vive en Madrid. Usando el título de su novela, ha roto la ‘marca del meridiano’. ¿Por qué?

— Pues hay circunstancias personales. Mis hijas vivían aquí y ahora tengo la oportunidad de estar con ellas. Pero no voy a escurrir el bulto: vivir en Cataluña no es tan agradable ahora como en 2008, cuando fui. He visto a un energúmeno reventar un acto en el que yo participaba sin que hubiera ninguna consecuencia. Pero sigo dividido, eh. Ahora vivo entre Illescas y Getafe (ríe).

— Hablando de Getafe. ¿Qué veremos en el próximo Getafe Negro?

— Este año el país invitado será Alemania, e intentaremos dar una visión global de lo que pasa en el mundo de la novela negra. Un punto crucial esta edición será el papel de la mujer dentro del género. De chica del gánster, de víctima, a ser protagonista sin ningún complejo.