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Circa Waves, el ritmo frenético de los jóvenes cazadores

Es una banda formada por cuatro chicos de Liverpool. Pero a los Circa Waves no les hace gracia ser comparados con los Beatles

Patricia Peiró
Circa Waves en una imagen de su Facebook.
Circa Waves en una imagen de su Facebook.

Son cuatro chicos de Liverpool que hacen música. Y no, no son los Beatles. Al principio les hacía gracia el parangón pero se cansaron pronto de ser comparados con “la mejor banda” tan solo por “motivos geográficos”. En algo sí que recuerdan los Circa Waves (Kieran Shudall, Sam Rourke, Colin Jones y Joe Falconer) a los Fab four de los primeros tiempos: letras animadas y directas, canciones cortas y potentes, como si tuvieran prisa por tocarlas, y una estética sesentera. Aunque en el caso de los Circa, mandan las guitarras eléctricas y eso les hace tener un sonido mucho más explosivo. Publicaron su primer álbum, Young Chasers, en marzo de 2015 y este 12 de septiembre desplegarán sus artes en el escenario del Dcode en Madrid, como parte de la delegación británica del cartel.

El suyo se trata de un disco con aires postadolescendentes. Por dos motivos: uno lo indica el propio título, cuya traducción es Cazadores jóvenes, y el segundo, es que el compositor y vocalista Kieran Shudal escribió gran parte de los temas hace un par de años. Es decir, cuando contaba con poco más de 20. La realidad ciclotímica en la que viven los neoadultos se refleja en las letras. He aquí tres ejemplos:

No podría escaparme si quisiera / mis manos están atadas / atadas a ti. (Get away)

Estamos atravesando nuestros mejores años / Y no soy yo mismo del todo, por favor / Sácame esta noche / Y duerme conmigo esta noche (Best years)

Así que yo fui joven lo que duró un latido del corazón/ Vamos a mordernos la lengua y dormir sobre el hormigón / No me hagas perder el tiempo (Young Chasers)

Una imagen del Instagram de Circa Waves.
Una imagen del Instagram de Circa Waves.

Llevan juntos poco más de dos años. Fue un festival, el de Liverpool, el que los unió, y desde ese momento todo ha sido coser y cantar. Perdón por el símil musical facilón. Se encerraron a ensayar durante tres meses tras los cuales se vieron obligados a ofrecer algunos conciertos secretos ante la insistencia de la industria por el grupo. “Tocábamos con nombres diferentes para que el público no nos descubriera hasta que estuviéramos preparados, pero al final siempre nos encontraban”, asegura el grupo vía mail. Un ejemplo: Wet Wet Wet Wet Wet. Sus influencias más claras son The Kooks y The Strokes, aunque ellos también apuntan a Nirvana y The Clash como su inspiración.

Tras varias experiencias frustrantes por separado en el mundo de la música (grupos que no despuntaban, proyectos que no llegaban a ningún puerto) estos cuatro chicos han encontrado su lugar. Tal vez por eso no tienen vértigo ante el éxito que han alcanzado en tan solo dos años. La banda asegura que todo lo que les está sucediendo, que incluye agotar entradas en Reino Unido y poder vivir la experiencia de una gira mundial, lo que les hace pensar es que “algo está yendo bien”. “Es cuando dejen de pasar estas cosas cuando la presión aumentará”, apuntan.

Fotografía colgada por el grupo en las redes sociales.
Fotografía colgada por el grupo en las redes sociales.

Su ritmo bailable y desenfadado no da tregua al público en sus conciertos. Para muestra su actuación en la última edición del festival de Glastonbury. Los Circa hablan de su actitud ante los diferentes escenarios: “Nos gusta actuar en festivales porque nos da la oportunidad de conocer a grupos. Por otra parte, cuando solo vienen a verte a ti consigues una conexión inmediata con la audiencia que te provoca un subidón para salir y darlo todo”. Los británicos ya mostraron su propuesta al público español el año pasado en el Arenal Sound y este año toca Madrid, ya con su disco editado. Ellos prometen más espectáculo: “Este año somos mucho mejores. No puedes haber vivido un año como el nuestro y no mejorar, a no ser que no te importe nada una mierda”.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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