Retiran la sedación a Jiménez Fortes, ya respira por sí solo

Las últimas noticias sobre el estado de salud del torero Saúl Jiménez Fortes no pueden ser "más positivas". La mañana de este miércoles los doctores que supervisan su estado le han retirado la sedación y la respiración asistida y ha recibido las primeras visitas de su familia y de su apoderado, Nemesio Matías, quien, dentro de la alegría se muestra cauto y "preocupado por las importantes lesiones que sufre el joven espada malagueño en la región facial.

"Hemos podido verle, está con los ojos abiertos y nos ha reconocido. Evidentemente no puede hablar, pero sí nos hemos comunicado con la mirada y me ha transmitido mucha tranquilidad. Es un muchacho muy fuerte y muy maduro, sabe seguro que lo que tiene es muy gordo, pero estoy convencido que jamás va a tirar la toalla", ha confesado Matías.

Los médicos han informado a la familia y su entorno de que la evolución de Fortes va por buen camino: "Sigue sin fiebre", la herida cada día tiene "mejor aspecto" y, una vez despierto y sin la intubación, ha reaccionado "con normalidad", "como si se acordase de lo que pasó", ha añadido el apoderado.

A pesar de estas noticias alentadoras, el estado de salud de Fortes sigue siendo grave, con afectación de la "región mandibular izquierda, traumatismo facial y cervical" y heridas que afectan a la región "laterocervical izquierda, base de la lengua y fosa amigdalina".

También sufre "fractura de maxilar superior, desgarro a nivel de paladar blando, así como fractura de vómer, lámina perpendicular del etmoides y rostrum esfenoidal (huesos que, desde la base del cráneo, forman la estructura del tabique nasal)".

Por este motivo, el torero deberá permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Clínico de Salamanca durante un periodo de tiempo aún sin concretar, aunque los pasos que va dando han creado un cierto clima de optimismo en su entorno.

Fortes resultó herido el pasado domingo 16 al recibir de rodillas con el capote a su primer toro, de la ganadería de Orive, en la plaza de Vitigudino (Salamanca). El astado le arrolló contra las tablas, le metió el pitón por el cuello, le levantó hacia arriba y le arrojó violentamente contra la arena del ruedo. El diestro fue estabilizado en la enfermería de la plaza, antes de ser trasladado a Salamanca donde fue intervenido por espacio de cuatro horas y media.