Chantal Maillard, el alma entre los huesos
'La herida en la lengua' es un poemario que da cuenta del dolor sin abstracciones retóricas
La escritura de Chantal Maillard (Bruselas, 1951) hace tiempo que dejó de ser literatura para dar cuenta del dolor sin abstracciones retóricas. Lo importante no es el sujeto que escribe, sino ese “mí” que se (pro)pone frente a las cosas, a los otros y a los (de)más: “Os hablo de cosas muy concretas. / Quien habla es lo de menos”. Desordena el género poesía para “subvertir (…) el territorio del logos”, haciendo de su escritura un bloque fragmentario, una disociación unitaria de abrupta y tensa sintaxis, un no sé qué, herido, que queda balbuciendo ante un desamparo que busca la compasión del que “advierte / en sí / la herida que es de otro / y le arde”.
Este inapelable libro procura una lengua nueva, un deslizante discurso que encuentra su centro en el daño y el sufrimiento, en el consuelo y la inocencia, en la sinceridad con que expone la radicalidad de la encarnación humana, esa corporalidad esencial que nos dota de identidad y necesita del otro para ser lograda. Y “a sacudidas”, alzando “el grito”, “contra lo irremediable”, nos dice lo que sólo se puede mostrar.
Al lector le queda un “aquí” donde las palabras vienen a la punta herida de nuestra lengua; la realidad, percibida como una trama de vibraciones, y el poema, el lugar donde surge la resonancia: “La escucha atravesando los múltiples discursos. // Y el corazón / desposeído”. Son las hebras balbuceantes y los trazos deshilachados de una lengua que quiere “constatar / el alma / entre / los huesos”. Al cabo, “la crueldad es moral, y la moral es humana”. Este gran libro nos deja el deseo de poder “aún vivir en la inocencia, sin preguntas, sin temor y sin vergüenza”.
La herida en la lengua. Chantal Maillard. Tusquets. Barcelona, 2015. 184 páginas. 15 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.