Fragmentos de narrativas perdidas
El lenguaje de Gonçalo Sena se mueve entre la escultura, la arquitectura y la arqueología. Geometrías subterráneas es la primera exposición individual en Madrid
Gonçalo Sena (Cascais, Portugal, 1984) forma parte de ese grupo de jóvenes artistas, cada vez más numeroso, que viven allá donde su obra les lleve. Aunque desde hace cuatro años reside en Berlín, sus raíces artísticas están ancladas en la Italia del arte povera, y para poner en marcha sus proyectos, ha sido residente temporal en países como Holanda, Francia o Estados Unidos. Con una obra que se mueve entre la escultura, la arquitectura y la arqueología, Gonçalo Sena protagoniza su primera exposición individual en España, Geometrías subterráneas, en la galería Heinrich Ehrhardt de Madrid.
Comisario y editor de libros de artista, Sena recupera historias aparentemente perdidas y, a partir de objetos que inicialmente tuvieron otro significado, construye sus relatos. Así son las instalaciones que ocupan las dos salas del espacio en el que muestra cinco obras recientes. Con materiales como el metacrilato, restos de vigas de madera, lámparas o botes de conservas, crea relatos que emergen del pasado, cargados de referencias del arte povera y el minimal hasta llegar al arte conceptual.
¿Qué clase de historias le interesa recuperar para traer al presente? “Todas aquellas que puedan provocar un sentimiento ante el público que las contempla”, responde.
Me interesa dar vida a objetos que en otro momento han tenido una función muy diferente a la que les doy ahora”
La pieza central, Ellos esperan, está inspirada en Arcosanti, la comunidad hippy fundada en 1970 cerca de Phoenix, (Estados Unidos). De allí se trajo latas aplastadas y oxidadas que hoy sirven de tacos para equilibrar una especie de cómoda transparente. “Ahora allí viven unas pocas personas, ya muy mayores, con un concepto de la ecología que nada tiene que ver con lo que nosotros podemos tener ahora. Pero me interesa esa incursión en el pasado, más arqueológica que histórica, para dar vida a objetos que en otro momento han tenido una función muy diferente a la que yo les doy ahora”.
Sena explica que ante cada proyecto realiza un profundo trabajo de investigación e introspección en búsqueda de un lenguaje que nunca es cerrado. Cada espectador puede hacer su propia lectura entre el pasado arqueológico y la práctica artística. “Mis objetos son fragmentos de narrativas perdidas”.
Conocedor de los escenarios artísticos europeos gracias a las residencias conseguidas en diferentes países, explica que vive en Berlín porque la ciudad alemana se ha convertido durante los últimos años en un laboratorio artístico insuperable: “Empecé con una beca Erasmus en Turín y me encontré con el paraíso del arte povera. Lo asimilé de tal manera que lo tengo presente todo el tiempo. Hay ideas de Michelangelo Pistoletto que me siguen deslumbrando”.
Cada vez que puede, visita Portugal. Asegura que Lisboa vive un momento muy brillante en el ámbito artístico. “Otra cosa es que para poder crear los proyectos haya que marcharse a otros países desde donde acceder a las becas. Creo que el mismo problema lo tienen los españoles”. ¿Es difícil la vida en Alemania para un artista del sur de Europa? “Lo malo es el frío y el idioma, pero te puedes comunicar en inglés. Lo demás, es todo positivo. Hay un intercambio permanente de ideas, proyectos y ayudas como no encuentras en otra parte. Eso sí, yo me considero un artista mediterráneo”.
Geometrías subterráneas. Gonçalo Sena. Galería Heinrich Ehrhardt. Madrid. Hasta el 23 de mayo.
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