Rosler y Renau, cara a cara
'Tristes armas' en el IVAM responde eficazmente a la transformación del fotoconceptualismo desde posiciones antiimperialistas y feministas
La politización de las prácticas artísticas, hoy tan denigrada como institucionalizada, tiene su origen en las primeras ferias dadá de 1920, con la impregnación fotográfica del mundo visual. Hannah Höch y John Heartfield inventaron los fotomontajes como estrategias de oposición y resistencia.
Hasta 1956, con la brusca llegada de la Guerra Fría, esta técnica no volvió a ser popular: el pequeño collage de Richard Hamilton Qué es lo que hace a los hogares de hoy tan diferentes, tan atractivos es un obús crítico y un delirante cruce de fetichismos que se burla de la cultura de masas o, en el mejor de los casos, no la toma muy en serio.
Con el fotoconceptualismo de autores como Allan Sekula y Martha Rosler se abre un debate sobre el estatus de la fotografía misma. Rosler emprende la serie House Beautiful. Bringing the War Home (1967-1972), casi literalmente derivada del modelo de Heartfield, en la que las imágenes de la devastación de Vietnam se insertan en las revistas de moda y la decoración de interiores burgueses norteamericanos. La autora neoyorquina (1943) afirma que en aquella época no conocía la obra del artista alemán, y que en cualquier caso su trabajo implica reconsiderar el legado de las tradiciones documentalistas estadounidenses y las culturas vernáculas antes que las europeas. Rosler tampoco supo de la trayectoria de Josep Renau (1907-1982) y, sin embargo, su afinidad con el cartelista y muralista valenciano es sorprendente.
Hay que agradecer al nuevo director del IVAM, José Miguel Cortés, la iniciativa de esta alineación plástico-planetaria entre dos activistas. Tristes armas responde eficazmente a la transformación americana (los fotomontajes de Renau fueron hechos durante su periodo mexicano, entre 1939 y 1958) del fotoconceptualismo desde posiciones antiimperialistas y feministas.
Rosler siguió abordando la fetichización de la guerra en sus series, ya no tan notables, sobre la invasión de Afganistán e Irán. La atroz beligerancia de los Gobiernos norteamericanos no cesa, es preciso seguir produciendo imágenes que contrarresten el espectáculo casi pornográfico de las nuevas guerras de precisión que hoy es consumido por el primer mundo —y buena parte del tercero— a través de pantallas táctiles y ordenadores domésticos.
Tristes armas. Josep Renau y Martha Rosler ante la guerra. Comisariada por Juan Vicente Aliaga. IVAM. Guillem de Castro, 118. Valencia. Hasta el 5 de julio.
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