Imítame tú
En vez de replicar la voz o los gestos de sus víctimas, Joaquín Reyes consigue que se parezcan a él. En la radio brilla sin disfraz ni maquillajes: puro guion
“Soy tan humilde que a veces se me olvida que soy la hostia”. Lo dijo Pablo Iglesias metido en la piel de Joaquín Reyes, con su coleta y su media barba. El Pedro Sánchez del cómico de Albacete, sin embargo, llora a las primeras de cambio, suplica que le voten y plantea sustituir el Toro de la Vega por un peluche. Si no te ha hecho una parodia Reyes es que no eres nadie. Pero nada es amable en sus caracterizaciones: sacará tu lado más patético.
Hay imitadores, como Carlos Latre, que replican con precisión la voz de los imitados, sus gestos, sus tics. A ratos nos parece estar ante el original. Lo de Reyes también tiene mérito: hace que los personajes se parezcan a él. Que hablen en su jerga, con acento manchego y alargando las erres. Se disfraza, se pone peluca y se maquilla sin dejar de ser él mismo. Se lleva a la víctima a su terreno, el del disparate.
“No tengo una sola foto con nadie de clase media”, dice el Pequeño Nicolás de Reyes. No deja títere con cabeza. A Monago lo sacó explicando, tras sus viajes a Canarias: “Es que Extremadura para el amor es la bajona”. Letizia “primera de España y quinta de Malasaña” confiesa que es “hipster antes que reina”. Su Esperanza Aguirre, Aguirreitor, avisa a su marido: “Como no hayas arreglado la caldera te externalizo y duermes en el sofá”. Marine Le Pen admite que es “más chunga que los Chunguitos”.
Reyes impulsó ese humor underground, castizo y feísta que nació de La hora Chanante. Vagó por distintas cadenas y horarios; aún así tiene un público fiel que le adora. Ahora explota su ingenio en El Intermedio (laSexta) y en la SER. En el Carrusel deportivo —que con Jesús Gallego salpica el fútbol con chistes, indie y brit-pop— brilla sin pelucas ni maquillaje. Puro guion. A Toni Nadal, que rechazó a una entrenadora para la Copa Davis, le hacía decir: “No quiero que se me entienda mal: prefiero un chimpancé que a una mujer. Lo mío no es machismo. Es que soy vintage”. Su Cristiano Ronaldo también es humilde, “el más humilde del mundo”.
Tampoco se disfraza en Yu: No te pierdas nada (40 Principales), donde se atreve con Kim Jong-un, enfadado por la película en que quieren matarlo. “Matar al principio hace gracia pero luego es cansinísimo. Hay veces que yo, por no levantarme a ejecutar, no ejecuto”. No se arruga nunca. Él sí que es Charlie.
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