La palabra muro ya da miedo
Nos suena el muro de Berlín, pero hay más. El muro aísla en las casas, en los pueblos, en las mentes, en la convivencia. Un grueso muro de silencio entre los dos, y así hasta que produce tristeza. Algunos lo construyen por seguridad. El de Berlín fue el ejemplo de la seguridad para vivir aislado, protegido de la libertad, para crear un ambiente de miseria moral.
Hoy se construyen muros de diversa estructura. El de la corrupción (¿de qué material estará fabricado?). Los muros sostienen, aíslan, separan. Qué más da, si no cumplen su misión de sostener el pensamiento positivo. Los muros invisibles de Buñuel, los de la guerra entre hermanos. ¿Con cuál nos toparemos antes de morir? El consumismo de una sociedad programada para ser descerebrada nos lleva a seguir construyendo y comprando muros, ¿para qué?
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