Un viaje musical por Estados Unidos

Dice Dave Grohl en Foo Fighters: Sonic Highways, la serie documental que estrena Canal + Xtra esta noche a las 23.00 y en la que se ve desde dentro cómo la banda Foo Fighters fue buscando inspiración por distintas ciudades de Estados Unidos para grabar su último disco, que cree profundamente en “la importancia del entorno para componer y grabar un álbum”. Y esa es la razón de ser del último proyecto del cantante y líder de la banda de rock de Seattle, una de las grandes supervivientes de la era posgrunge,que hoy goza de una carrera digna de elogio.

Basándose en exclusivas entrevistas a algunas de las personalidades más destacadas del panorama norteamericano, entre las que se encuentran miembros de grupos como Kiss, Fugazi, The Eagles, Cheap Trick, intérpretes solistas como Willie Nelson o Dolly Parton, productores como Steve Albini y aficionados a la música como el mismísimo presidente Barack Obama, Foo Fighters: Sonic Highways, producida por HBO y BBC, se adentra en la historia de los estudios de grabación más influyentes del mapa estadounidense, convirtiéndose finalmente en un repaso cultural del último medio siglo a todo un país.

En total, son ocho capítulos, uno por cada ciudad visitada, en la que se grabó además alguna canción para el álbum del mismo título que el documental. En este recorrido, Foo Fighters se detienen en las mecas del blues como Nueva Orleans y Chicago, en metrópolis del country y el folk como Austin y Nashville, y en epicentros del rock en sus distintas variantes y también del hip-hop, como Los Ángeles, Seattle, Washington y Nueva York. Se echa en falta, eso sí, la visita a Memphis, tierra del soul y el primer rock and roll, enclave esencial en la música popular.

Con todo, es un apasionante viaje de costa a costa por los sitios más emblemáticos de la música estadounidense para demostrar que es un arte orgánico, apegado al ambiente y a la idiosincrasia del lugar, que se nutre de las experiencias y las vivencias de las personas de una comunidad. Grohl se embarcó en este proyecto después de producir y dirigir la interesantísima cinta Sound City, que contaba la historia de los legendarios estudios californianos del mismo nombre, donde se grabaron, entre otros, el disco Nevermind de Nirvana.