Ken Follett rompe el muro de Berlín con ‘El umbral de la eternidad’
El autor británico presenta su libro que cierra la trilogía sobre el siglo XX
La canción The Wall de Pink Floyd acompañó la entrada al escenario del autor británico Ken Follett esta mañana en el teatro La Latina para la presentación de su libro El umbral de la eternidad (Plaza y Janés). Con un martillo gigante Follett se acercó al decorado sobre la escena: una representación del muro de Berlín, visto desde el lado occidental, lleno de grafitis en los que se leían frases y palabras en inglés y alemán como Whole World (mundo entero), Freiheit (libertad), o Für dich überwinde ich jede Mauer (Por ti salto cualquier muro). De un solo golpe de martillo Folett derribó el decorado y un actor rubio y alto vestido de militar entró con una carretilla llena de ejemplares del volumen que sella la trilogía del escritor sobre el siglo XX.
Antes de la rueda de prensa se proyectó sobre las tablas un video con imágenes históricas de la pasada centuria: la llegada a la luna, la guerra de Vietnam, cortos de discursos de Martin Luther King, Richard Nixon, Mijail Gorbachov, el asesinato del presidente John F. Kennedy, y también de la caída del muro de Berlín. La trilogía de Follett narra la historia de cinco familias en el siglo XX y está enmarcada en hechos reales de lo que él dice es “nuestra historia, la de nuestros abuelos y padres”.
Los últimos cien años han significado para el autor “una lucha por la libertad” y menciona ejemplos concretos: la libertad de los pueblos de Europa del este, la libertad por igualdad de derechos de las mujeres, de los ciudadanos afroamericanos en Estados Unidos, o también aquí en España donde “mucha gente también tuvo que batallar por sus libertades”.
Esta lucha por las libertades individuales y colectivas es una “historia triunfante” dice Follett. El escritor considera que los cambios que se han registrado en el pasado siglo han sido positivos. “La humanidad está mejor ahora que hace 100 años”, apunta y reconoce que el mismo se siente triunfador por haber completado un proyecto tan ambicioso como es el retratar el drama y las transformaciones trascendentales del último tiempo través de la historia de cinco familias de diferentes lugares del mundo (Alemania, Francia, Estados Unidos, Gales y Reino Unido).
El umbral de la eternidad comprende el período entre 1961 y 2008. El inicio del libro marca el año en que se completa la edificación del muro de Berlín. Follett subraya que el levantamiento y la caída del muro son representativas del inicio y término de la Guerra Fría y de toda forma de separación entre mundos opuestos. Al ser preguntado sobre los actuales nacionalismos, España, Escocia, incluso en su nativa Gales, el escritor, "creo en la diversidad cultural y en las alianzas económicas”, y nombra por ello una anécdota personal de cuando su familia se movió de Cardiff a Londres en los años cincuenta porque el padre estaba en busca de un trabajo mejor remunerado.
A algunas de las preguntas dirigidas por su opinión personal sobre hechos históricos mencionados en el libro, el autor reiteró que su labor como escritor no es tomar ninguna posición crítica o favor de ningún lado. “El lector se daría cuenta si yo en algún momento hiciera cualquier tipo de propaganda”, comenta.
Para el autor su misión principal es lograr que el lector se conecte emocionalmente con la historia y los personajes de sus libros. Su obra que trata de los dramas personales de personajes ficticios en contextos históricos reales, es llevada a cabo con gran precisión. Su proceso de creación comprende tres fases: la primera de planificación e investigación; una segunda de escritura y la tercera y última de edición. La edición está sujeta a los comentarios que recibe de historiadores que leen sus textos en busca de cualquier error o detalle que se le pueda escapar a Follett.
El fin de la trilogía del centenario coincide con el 25º aniversario de la publicación de su libro Los pilares de la tierra, otra de las obras con ventas millonarias.
El título de El umbral de la eternidad recuerda la posibilidad inmediata que vivimos el siglo pasado de experimentar "un paso a la eternidad" en caso que se hubiera desatado una guerra nuclear. El haber superado todo ese drama bélico y de desigualdades sociales es algo que el autor celebra en su obra, "una historia emocionante y es nuestra historia".
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