Dos joyas de Von Rezzori

El verdadero poder de un narrador se demuestra en las distancias medias, ni cortas ni largas, ahí donde no caben ni el aliento espontáneo de la poesía ni la tenacidad de la voz. Por eso la novela breve o el relato largo, según se mire, es tan difícil, un arte que brota de un pozo distinto. El tono es aquí fundamental y la estructura aún más, por muy inconsciente que sea. A veces, son los escritores polifacéticos que logran esas pequeñas hazañas. Gregor von Rezzori (1914-1998) fue pintor, actor y luego se dedicó a escribir en una antigua granja de la Toscana novelas en las que la memoria estaba fustigada por una irónica nostalgia. Este nuevo libro reúne tres nouvelles, de las cuales dos son auténticas joyas y la tercera solo un ejemplo más de cuán difícil es sacar agua cristalina de ese pozo distinto. El cisne despliega un mundo entero, casi una civilización, y también un “estado” de la vida, tan crucial, tan frágil: los pasos indecisos sobre la línea de sombra que cuelga en el vacío de una indeseable madurez. El joven que vela a su tío suicidado en una antigua casona mide el tiempo a través de su “circulación sanguínea”. Es ya mayor y rememora aquel entierro y la necesaria muerte de un cisne tiránico con una precisión sorprendente, poderosa, jugando con lo “ya visto” sin piedad ni temblor, dejándonos la esencia de “lo literario”.

Algo similar ocurre con Sobre el acantilado. Un artista suspendido al borde del mundo es visitado por mujeres que le atraen y le disgustan, prolongaciones de una madre asfixiante. Simbólica y a la vez trufada de visibles detalles, esta breve novela inquietante muestra el lado grotesco de la vida y el arte. En cuanto a la última, póstuma, el lector puede ahorrársela. Es posible que Gregor von Rezzori la considerase un mero “divertimento” inacabado.

Sobre el acantilado y otros relatos. Gregor von Rezzori. Traducción de José Aníbal Campos. Sexto Piso. Madrid, 2014. 181 páginas. 17 euros