Entre lo alienígena, lo lúbrico y lo artificial se encuentra el arte de este creador de belleza malsana, fallecido hoy por una caída
Madrid -
Giger ha sido siempre un fanático del esoterismo como materia creativa. Lo demostró por ejemplo con su versión del Tarot, del que en la imagen podemos ver la carta del Mago, arcano mayor.El gran amor y musa de Giger fue la actriz y modelo Li Tobler, con quien compartió romance y arte hasta su suicidio a los 27 años de edad el 19 de mayo de 1975. Giger que devastado y su obra, ya oscura, se radicalizó en su horror.Provocar era para Giger tan natural como respirar. Pero pocas veces llegó tan lejos como en esta ilustración a aerógrafo, en la que Jesucristo se convierte en un tirachinas en manos de Satán.La creación más célebre de Giger para la cultura pop fue su monstruo de 'Alien. El octavo pasajero' de Ridley Scott. Su trabajo en esta película le valió un Oscar a los Mejores efectos visuales en 1979.La versión de Giger de los gusanos de arena de Arrakis para la película de 'Dune' de Alejandro Jodorowsky, una alocada superproducción con un guion para más de 10 horas de metraje que se quedó en la cuneta. Moebius y Dalí eran otros de los grandes nombres implicados en el filme.Uno de los proyectos más ambiciosos del último Giger fue supervisar la creación de los Giger Bar, dos pubs diseñados para beber y socializar dentro de una de sus pesadillas. Abrió dos en su Suiza natal y otro en Japón con el que el artista estuvo muy insatisfecho porque no se siguieron sus directrices y que acabó cerrando por problemas con la mafia yakuza.
