Dalí, el gran embaucador

Rompió todas las previsiones en el Pompidou parisino (790.090 personas en cuatro meses) y repitió la hazaña en el Reina Sofía (730.339 entradas). Un récord absoluto de visitantes para los dos museos. La exposición Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas arrasó desde el momento de su inauguración, el 27 de abril, hasta el punto de que no hubo ni un solo día en el que las colas dejaran formar parte del entorno del edificio.

La apuesta por el artista de Cadaqués suponía jugar sobre seguro en un museo en el que Dalí está ampliamente representado en su colección permanente. La Fundació Gala-Salvador Dalí, con sede en Figueres y Cadaqués, sigue siendo el museo privado más visitado de España y uno de los más conocidos en todo el mundo. Como en el caso de Picasso, no hay año en el que en diferentes puntos del planeta se revise cualquier aspecto de su obra, siempre con el éxito asegurado. Como secuela de la gran exposición madrileña, el director del museo ha anunciado que México y Brasil, contarán con obras prestadas por el Reina para sendas muestras.

La fascinación por Dali es imparable desde que él mismo hiciera de su personaje su gran obra maestra. Pero su ansiosa búsqueda de fama y de dinero que tanto rechazo produjeron entre los más puristas, no ha logrado opacar ni su genialidad ni su afán investigador.

El éxito de la exposición madrileña se debe precisamente a la aproximación sin prejuicios que se ha hecho hacia la obra del artista.

Comisariada en su versión española por Montse Aguer, la muestra ofrecía un retrato innovador de Dalí a través de 200 obras. Manuel Borja-Villell, director del Reina Sofía, dio las claves del éxito en la presentación de la exposición: “Hace más de 30 años que en España no se le dedica una antológica y las últimas generaciones no le conocen en profundidad. Es el momento de desvelar la importancia de su inteligencia pictórica, de mostrar a un artista que ha estado oculto en parte por su desbordante personaje”.