Gainsbourg dice Jane en 10 canciones
Creador de canciones para intérpretes como Petula Clark, Juliette Gréco o Vanessa Paradis, el compositor hallará en la voz de la cantante su alter ego más sensual y lírico
Creador de canciones para intérpretes como Petula Clark, Juliette Gréco, France Gall o Vanessa Paradis, Serge Gainsbourg hallará en la voz de Jane Birkin, su alter ego más sensual y lírico.
Jane B
Primera declaración de amor por parte de Gainsbourg. Un preludio de Chopin le sirve de apoyo musical para construir su poema y ofrenda iniciática con atmosfera de thriller. Birkin ensaya ese hilo de voz cargada de emoción bajo la atenta mirada de su pigmalion y que a partir de ahora será su carnet de identidad melódico.
Je t’aime moi non plus
Jane Birkin la ha señalado como la canción que inevitablemente sonará en todos los noticieros del mundo cuando den la noticia de su muerte. Más allá de la necrológica, apuntemos una fecha: 22 de febrero de 1969. Se pone a la venta un disco que incluye una balada erótica que hace saltar todas las alarmas. Se abría una nueva época. Algunos códigos morales comienzan a derrumbarse.
Ex -fan des Sixties
Oda a la nostalgia juvenil y a los cadáveres exquisitos del rock. Gainsbourg le pone letra y música a la banda sonora y sentimental de Jane Birkin: Buddy Holly, Jimi Hendrix, Otis Redding, Jim Morrison, Brian Jones…Los años sesenta todavía no se han convertido en un escaparate de gusto vintage.
La Javanaise
Escrita originalmente para Juliette Gréco, una vez más, Gainsbourg hace gala de su juego preferido a la hora de poner en línea equívocos lingüísticos, mezclas semánticas, recursos que ha aprendido de creadores como Boris Vian. Birkin retoma el tema para sus recitales convirtiéndolo en una especie de himno compartido con el público como clausura musical.
Baby Alone in Babylone
Han pasado tres años desde la ruptura sentimental. Gainsbourg escribe a dos manos, un álbum para Isabelle Adjani (Pull Marine) y otro para Jane Birkin que significa su reencuentro musical. Frente a la imagen provocadora y mediática que Gainsbourg ofrece en público, las canciones del disco transpiran ternura y lirismo para la mujer sobre la que ha proyectado sus fantasías y belleza. El álbum supone el reconocimiento artístico para la actriz como intérprete de la Chanson.
Les dessous chics
Una de las canciones preferidas de Jane Birkin y otra prueba de amor por parte de Gainsbourg. El músico y letrista en la recta final lanza un rayo de luz sobre el abismo y las heridas del corazón. Birkin recoge la dedicatoria con una interpretación llena de sensibilidad y emoción como tributo al gran amor de su vida.
L’anamour
Jane Birkin actualiza esta canción que en su momento había cantado y estrenado Françoise Hardy y uno de los pocos textos que Gainsbourg escribe expresamente para ella. Gainsbourg es en esos momentos el gran mago y artífice del pop francés. El profeta del culto a lo nuevo, el maestro y ejecutor del imperativo de la originalidad capaz de darle a la vuelta a la canción de amor tradicional.
Ballade de Melody Nelson
La canción está incluida en el álbum Histoire de Melody Nelson, un disco mal recibido por el público que se resiste a entrar en esta historia de fantasmas y de Lolitas en una atmosfera decadente tapizada por las flores del mal. Esta vez la voz de Birkin solo es un eco pero todo el álbum, en forma de gran poema sinfónico pop, está sombreado por su figura inquietante. Desde la portada, como esa Melody, andrógina y adolescente que esconde su desnudez-y temprana maternidad- con un muñeco.
Je suis venu te dire que je m’en vais
Gainsbourg hace uso de la ironía como arma para desacralizar la despedida amorosa y sus inevitables gotas de kitsch sentimental. Todavía convaleciente de un infarto escribe esta canción como posible anuncio de su partida y adiós a este valle de lágrimas. Pero todavía no han sonado para él las campanas del adiós y esta despedida con versos de Verlaine, solo es un falso anuncio.
Fuir les bonheur de peur qui’l ne se sauve
El gran provocador, el dandi que escondía su timidez bajo la máscara del cinismo, deja ver su alma más profundamente romántica. Canción casi testamentaria, Gainsbourg le construye a Jane Birkin sus versos de amor más delicados y también desesperados. En el entierro del cantante, la actriz Catherine leerá el texto de la canción como homenaje y recuerdo.
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