Las realidades de Roman Ondák

El Palacio de Cristal del Retiro es perfectamente identificable para el visitante habitual del parque. Los castaños de indias y el lago artificial que le rodean forman imágenes de una belleza aparentemente inamovible. Pero el arte puede transformar las percepciones más certeras. Roman Ondák (Žilina, Eslovaquia, 1966) ha intentado reinterpretar este escenario y su entorno para cuestionar lo que el espectador percibe como realidad. Ondák ha rodeado el palacete con una pasarela desde la que los visitantes consiguen nuevas vistas del interior del edificio a la vez que son vistos como un elemento ornamental por quienes pasean por los jardines. La obra se titula Escena y ha sido creada expresamente para esta exposición que se podrá ver hasta el 23 de febrero.

Artista esencial entre los creadores de los países del Este de Europa y figura habitual en eventos artísticos como la Bienal de Venecia o la Documenta de Kassel, Roman Ondák ha explicado que el nombre de la instalación es tan literal como simbólico. La pasarela es algo real, está ahí. Lo que cambia es la perspectiva y la interacción que el edificio logra con el público. El objetivo final es lograr una performance permanente entre la construcción y quienes la recorren.