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Las autonómicas comparten serie

La necesidad de ahorrar obliga a las televisiones regionales a unir esfuerzos La participación de cada una en ‘El faro’ es proporcional a su población

Los actores Manuel Millán, Luisa Merelas, Raquel Espada y César Goldi en el plató del bar El faro.
Los actores Manuel Millán, Luisa Merelas, Raquel Espada y César Goldi en el plató del bar El faro.

Los 11 canales autonómicos que integran la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA) y el Canal Extremadura, que no está en el organismo, presentaron este viernes El faro, la primera serie cofinanciada por todos los entes regionales. La unión llega tras fuertes ajustes presupuestarios y cientos de despidos en las televisiones autonómicas. La serie, que se doblará a todas las lenguas oficiales y está producida por Atlántida Media, se ambienta en un local familiar que trata de sobrevivir a la especulación inmobiliaria en la costa norte de España. Sus 120 capítulos de 50 minutos cada uno se emitirán desde el lunes en las televisiones de Madrid, Galicia, Asturias y Castilla-La Mancha.

Según reveló la productora Zaza Ceballos, cada episodio cuesta más de 22.500 euros, con lo que el coste final supera los 2,7 millones de euros. La cantidad que aporta cada televisión regional se decide “en función de la población”, según expresó el presidente de turno de la FORTA, el exsenador del Partido Popular por Baleares José Manuel Ruiz Rivero.

Tanto los responsables de la FORTA como los productores de la serie insistieron en que no se habían hecho despilfarros. “Esta es una serie asequible para los intereses presupuestarios de las televisiones. Las autonómicas están sufriendo mucho y esta es una ficción por encima de los estándares en la relación calidad-coste”, aseguró Ruiz Rivero.

La ficción cuesta unos tres millones y se doblará a las lenguas cooficiales

La trama de El faro, donde trabajan seis guionistas, transcurre en el restaurante que la familia Peña trata de mantener con vida pese al enfrentamiento con los Muñoz, dueños de la empresa constructora que busca comprar el local para construir allí una carretera. El faro es también el centro de los amores y lealtades entre trabajadores y clientes. “Es una serie acelerada. No es el típico culebrón”, esboza Raquel Espada, que da vida a Lucía, la hija de los hosteleros que se enamora de Ricardo, el vástago de los Muñoz.

Este verano, cuando comenzó el rodaje en Galicia, la Coordinadora de Profesionais do Audiovisual Galego denunció las condiciones laborales de técnicos y actores. Según criticaron, cobraban menos de lo fijado por convenio. Este viernes, la productora lo negó y los cuatro intérpretes presentes la secundaron. “No cobramos menos que lo marcado. Eso sería un dilema moral”, expresó el veterano actor Carlos Olalla, que da vida al empresario Santiago Muñoz.

El productor Pancho Casal sí admite que los sueldos de los 200 empleados —20 de ellos actores— se limitan cada vez más al mínimo legal permitido y relata que se ha implantado un “nuevo sistema de producción” para que las instalaciones estén paradas el menor tiempo posible. “Se trabaja en dos o tres turnos al día para rodar cinco capítulos a la semana”, explicó.

Pese a que varias de las autonómicas han acometido despidos colectivos y todas afrontan recortes presupuestarios, el presidente de la FORTA y director general del ente público balear, José Manuel Ruiz Rivero, asegura que no sabe qué audiencia se necesita para que los cerca de tres millones de euros desembolsados sean rentables. “Eso depende. En algunas televisiones un 7% de audiencia es un buen dato y en otras un 15% es malo. No sé decir”, se escabulló.

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