8 fotosLugares de encuentro de los nazis en MadridImágenes de los sitios en los que los espías que en los años 50 vivían en Madrid utilizaban para reunirse y pasar información. 22 nov 2012 - 13:47CETWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceLos protagonistas de 'El silencio de tu nombre', Erika Walter y Martín Navarro, del escritor Andrés Pérez Domínguez, se reúnen después de su marcha de París en una de las pensiones que se encontraba en la tradicional Plaza de San Ana, de Madrid.GORKA LEJARCEGIDos de los capítulos de la novela del escritor andaluz se desarrollan en el tren, en un viaje en el que los protagonistas viajan en el expreso de Andalucía.ULY MARTÍNLa sala de fiestas Pasapoga, en la calle Gran Vía, de Madrid, era uno de los lugares de la capital en el que las gentes de dinero, adictos al régimen de Franco y espías de distintos países se concentraban para ver el espectáculo nocturno.CLAUDIO ÁLVAREZSi las paredes de este céntrico restaurante madrileño pudiesen hablar contarían la historia de casi dos siglos de este país.Lhardy, situado cerca del Congreso de los diputados, ha tenido todo tipo de comensales. Y como no a espías y nazis, que vivieron en la capital española, después de la Segunda Guerra Mundial.La estación de Atocha es un lugar importante en 'El silencio de tu nombre'. Es el punto de partida de los protagonistas, Erika Walter y Martín Navarro, hacia el sur de España.MANUEL ESCALERAEl personaje de la novela Gregorio León se cita siempre en el Jardín Botánico de Madrid con un agente de la CIA, que está buscando nazis en la capital madrileña.SANTI BURGOSEn la Plaza Mayor de Madrid, en una de las pensiones de esa zona, se cobija Martín Navarro cuando llega de París buscando a Erika Walter.CRISTÓBAL MANUELEl bar Museo Chicote era lugar de encuentro para tomar los mejores cócteles de Madrid. En los años 50 era un lugar frecuentado por aquellos que manejaban dinero. Los espías que pululaban por la ciudad y nazis cobijados por Franco manejaban liquidez suficiente para acudir a este local de la noche madrileña.CARLOS ROSILLO