Reconstruir la historia cuadro a cuadro

El Museo Reina Sofía de Madrid conmemora el 75º aniversario del Guernica, de Picasso, con la exposición Encuentros con los años 30, que presenta obras de algunos de los artistas más destacados del siglo XX, desde el propio Pablo Picasso a Joan Miró, Yves Tanguy, Lázló Moholy-Nagy, Man Ray, Max Beckmann, Robert Delaunay, André Masson, Piet Mondrian, Wassily Kandinsky, Luis Buñuel, Joaquín Torres-García o Mario Sironi, entre otros. Compuesta por más de cuatrocientas obras, distribuidas en una superficie de 2.000 m2 en dos plantas del museo, la muestra propone una mirada por partes a la década de los años 30 a través de las principales preocupaciones y problemáticas que marcaron unos años azotados por la violencia y definidos por los cambios tecnológicos, todo ello revisado desde el punto de vista político, estético y cultural.

La búsqueda de piezas con las que nutrir el discurso de la exposición empezó hace más de tres años. El propio director del museo, Manuel Borja-Villel, y las coordinadoras de la exposición, Leticia Sastre y Rocío Robles, se han ocupado personalmente de persuadir a los propietarios. En general, los prestamistas suelen ser reacios a desprenderse de sus tesoros. Exigen garantías y contraprestaciones de lo más variopinto. No ha sido este el caso. El pasado tan reciente y doloroso vinculado a estas piezas, puede que haya influido en que los herederos de los diferentes artistas se hayan mostrado absolutamente generosos. Sabían que la exposición duraría un año, un plazo insólito. Pero, al final ha podido más la emoción de contribuir a la reconstrucción de un periodo importantísimo para la historia y, de manera insólita, son muchos los que han decidido enriquecer los fondos del museo cediendo en depósito o donando sus obras.

Aunque en el museo aseguran que todas las donaciones, depósitos o préstamos son igual de importantes, hay algunas que van a contribuir a enriquecer el museo de manera especial. Uno de los ejemplos más significativos puede ser la cesión del Museo Pushkin de Moscú. En sus fondos cuentan con un fascinante conjunto de dibujos satíricos realizados por Alberto Sánchez para la revista Nueva Cultura. Para la pinacoteca rusa, constituyen un conjunto relevante que exhiben en determinadas ocasiones, pero habitualmente están en los almacenes. El Reina Sofía los considera parte esencial de la exposición y de su colección permanente.

Idéntica generosidad ha mostrado la familia de André Masson (Balagny-sur-Thérain, 1896 - París, 1987) al ceder en depósito nada menos que cincuenta obras con las que han podido montar una sala monográfica en la que se narra la relación de Masson con España y que fueron realizadas entre 1931 y 1939. Son dibujos realizados para la revista Acéphale, firmados durante el tiempo que pasó en Tossa de Mar (donde realizó las series Massacre y Tauromaquia). También hay trabajos satíricos, fotografía y diseños de banderas de las Brigadas Internacionales.

Otra de las cesiones más importantes, plato fuerte de la exposición, son los quince relieves (las Medallas del deshonor) procede de los herederos del escultor norteamericano David Smith ( Decatur, 1906- Bennington, 1965). Cargadas de crítica social, parecen inspiradas en los padecimientos que los empresarios sometían a sus trabajadores.

Fueron muchos los artistas que colaboraron con la Segunda República. Su obra fue utilizada para recaudar fondos por todo el mundo. Uno de los carteles propagandísticos más poderosos y significativos de aquellos momentos fue Des armes pour l’Espagne antifasciste (1937), realizado por César Domela (Ámsterdam, 1900 - París, 1992). Su hija ha cedido en depósito el único ejemplar que se conocía de la obra.

Ya en España, José María Lafuente, dueño de una impresionante colección de libros y revistas de los años 30, ha cedido una parte fundamental de su colección que se puede ver en una sala dedicada a la visión que tenían de España en el extranjero. Son muchas también las entidades públicas y privadas españolas que se han hecho sus aportaciones con importantes depósitos: la Fundación Argentinita y Pilar López de Madrid, la Fundación Federico García Lorca (con un conjunto de obras de La Barraca, entre otras cosas), el Museo Nacional del Teatro de Almagro (con documentos y fotografías de las misiones pedagógicas) o el Museo del Traje, con doce fotografías de José Ortiz Echagüe.