La creencia incondicional en un sueño
El Festival de Málaga se inaugura con 'The Pelayos' La película retrata la lucha real de una familia contra los casinos
A Eduard Cortés (Barcelona, 1959) no le apasionan especialmente los casinos y los tapetes verdes. Apenas se había interesado allá por los años noventa por las noticias acerca de esa insólita familia, la de los Pelayo, que habían ideado un método estadístico para vencer en la ruleta de los casinos, que, según sus cálculos, en apenas cuatro años consiguieron ganar 250 millones de las antiguas pesetas (1,5 millones de euros). Todo cambió en 2006 cuando le propusieron dirigir una historia en torno a esta familia que contó sus experiencias en La fabulosa historia de los Pelayo (Plaza y Janés) y, sobre todo, cuando tuvo oportunidad de conocer de cerca a este clan que todavía funciona como tal y que continúa viviendo del mundo de las apuestas. Fue entonces cuando Cortés descubrió aquello que él persigue con tenacidad: gente normal que esconde algo extraordinario. “¿Cómo puede uno imaginar que ese hombre que compra a diario el pan a tu lado es un tipo que viene de jugar doce horas al casino para poder cumplir un sueño?”. Imaginaciones aparte de Cortés, el sueño hoy de este realizador barcelonés es la inauguración esta noche de la 15ª edición del Festival de Cine de Málaga con The Pelayos, un filme coral con un potente casting: Lluis Homar, Daniel Brül, Miguel Ángel Silvestre, Eduard Fernández y Blanca Suárez, entre otros. Una película, toda basada en hechos reales, que ha contado con la autorización expresa de sus protagonistas verdaderos, tanto como para apoyar con su presencia en Málaga la adaptación de su vida al cine. Toda esta parafernalia no ha conseguido, al menos en el pase de la mañana, provocar demasiada emoción ni entusiasmo en el público.
Ya ha empezado el certamen de Málaga y ya hay, como cada año, decenas de adolescentes apostadas en las puertas de los hoteles y de las salas de cine nerviosas ante la llegada de sus ídolos y, cómo no, del tan deseado Miguel Ángel Silvestre. Quince pisos separaban esta mañana el jaleíllo veraniego de la calle con el trajín promocional de la película en un hotel céntrico. Y allí, en lo alto, el director del filme inaugural se mostraba orgulloso de abrir este certamen dedicado al cine español. “Hoy más que nunca podemos demostrar que hay películas y directores muy buenos, que hay un buen terreno que abonar a pesar de la temida crisis”.
“Me gustó de esta familia su funcionamiento de clan. Cómo durante su aventura por los casinos enviaban a lo que ellos llamaban la flotilla que estaba compuesta únicamente por hijos, primos y sobrinos. Pero más allá de que, evidentemente, buscaban ganar dinero y cuanto más mejor, estaban unidos por la persecución de un sueño, querían demostrar que tenían razón en esa lucha contra los casinos, esa batalla del débil frente al fuerte, esos poderosos estamentos que jugaban con artillería muy pesada, la perseverancia, el ingenio, la creencia incondicional en un sueño que acabaron consiguiendo”. Y en esto, en la realización de un sueño, es lo que está empeñado el realizador de La vida de nadie y de tantas y tantas series y películas para televisión. “The Pelayos es una película de aventuras,¿pero qué película ahora en España no es una aventura?, se pregunta en voz alta el director que más que justificar la situación cinematográfica por la crisis generalizada, lamenta la falta de modelo alternativo de los responsables de Cultura, la ausencia de una hoja de ruta por la que transitar que, en su opinión, es lo que provoca el parón actual de la industria audiovisual. “Sería un acto de responsabilidad el dar un poco de ritmo al cine y no ningunearlo, porque un país que aspire a una cultura razonable deber de tener su cine. Y ya puestos, me gustaría que aumentara un poco la estima en nuestro país con su cine. Estamos viviendo una época cinematográfica buena, cada vez hay más directores con carrera internacional y solo vamos a sobrevivir a la crisis si encontramos un modelo. No puede ser de otro modo, entre todos debemos de creer un poco en el sueño que significa el cine español”, añadía Cortés.
El centro de la ciudad está inundada de personas paseando con camisetas con el lema de los Pelayo. Incluso el propio director del festival, Carmelo Romero, lucía esta mañana un pin en su americana que le había puesto bien temprano uno de los productores del filme. “Hoy lo llevaré puesto, mañana me lo quitaré”, decía Romero que vive su cuarta edición al frente de este certamen, en el que se estrenarán a lo largo de una semana 20 títulos de producción española, 14 de ellos en la sección oficial. Con un presupuesto de 1.682.000 euros, un 11% inferior a 2011, el festival aborda una edición que, sobre el papel, parece de mayor calidad que en años anteriores. “No sé cuales son las razones, pero lo que está claro es que la coyuntura actual es mejor que la de otros años”, aseguraba esta mañana Carmelo Romero, en la oficina del festival, justo enfrente del Teatro Cervantes, mientras los operarios se afanaban en ultimar los toques a la alfombra roja. Una de las novedades de esta 15ª edición es la sección Animazine, dedicada en exclusividad a los proyectos de animación, un sector muy en auge en la industria audiovisual y en la que los responsables de Cultura tienen puesta muchas esperanzas, convencidos de que es un área con un enorme potencial de retorno económico. Serán 11 las películas animadas que se proyecten en Animazine, de las que cinco serán estrenos absolutos. Para de mayor relevancia a este mercado con grandes posibilidades de exportación se presentará en el curso del festival el libro blanco de la animación, además de proyectos en los que ya se está trabajando.
Con la que está cayendo en el sector cinematográfico –el recorte en los presupuestos ha alcanzado un 35%, muy por encima de la media de lo que han sufrido otros sectores en el área de la Cultura- parece que el objetivo es hacer piña. Y qué mejor que hacerlo en este festival dedicado exclusivamente al cine español. El lunes el sector de la producción, acompañado por la directora general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales), Susana de la Sierra, hará un balance de la situación y debatirá cuales son los pasos a dar. De momento, Málaga se va de fiesta esta noche con la gala de inauguración. Las alfombras rojas no podrán luchar contra la incertidumbre del sector pero al menos intentarán pasar por ella de puntillas.
Babelia
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