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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Alarmas

Toni Garrido ha terminado de convertirse en la cuarta pata que sostiene a la Radio Nacional

David Trueba
De derecha a izquierda: Juan Ramón Lucas, Pepa Fernández y Toni Garrido
De derecha a izquierda: Juan Ramón Lucas, Pepa Fernández y Toni GarridoGTRESONLINE

Toni Garrido ha terminado de convertirse en la cuarta pata que sostiene a la Radio Nacional junto a los fines de semana de Pepa Fernández, la Radiogaceta de los Deportes y la elegancia de Juan Ramón Lucas por la mañana. Un programa de tarde más juvenil y agitador que los asentados en otras emisoras. Se ha abierto sitio donde purasangres como la Nierga y la Otero no dan tregua. El otro día, mientras toda España andaba devanándose los sesos con esa pregunta de si la justicia es igual para todos, nos trajo la voz de la hermana de Miguel Montes Neiro, ya conocido como el preso más antiguo de España. Después de 36 años de cárcel, con sus delitos cotidianos y sus fugas, el anterior Gobierno tuvo a bien indultarle, o más que nada acompañar con su indulto otros no tan fotogénicos.

Lo dramático del asunto, si es que se puede añadir drama a un vida pasada en los presidios, es el proceso burocrático que la hermana trató de resumir con precisión y lenguaje cotidiano. Ambas tareas imposibles, porque el lenguaje judicial tiene la particularidad de que pinta de negro lo que podría ser sencillo y evidente. Publicaciones en el BOE, cambios de ciudad, papeleo variado, representan la peripecia de este indulto que se alarga en su ejecución desde mediados de diciembre pasado.

Palpable representación de que la justicia no es igual para todos, quizá la duda ya delata la ingenuidad en la que nos movemos. Esa desigualdad no afecta tan solo a la justicia. Los emprendedores de negocios la conocen bien, también los que se enfrentan a problemas laborales e incluso los pequeños contribuyentes y no digamos ya los criterios de acceso fronterizo o las leyes de inmigración. ¿Escucharon a Matas contar a Évole cómo se concedían fondos en Baleares? El mundo no es de natural igualitario, por eso la democracia convino en que su mayor esfuerzo debía residir en ese detalle. Cuando comprobamos que las desigualdades no disminuyen sino que van en aumento y que las ventajas de los menos son más inalcanzables cada día para el resto, deberían saltar las alarmas. Pues las alarmas están sonando y advierten, directamente, de las peoras en la calidad democrática.

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